Aparentemente, la credibilidad y la libertad a un ser humano, a un ciudadano costarricense, ahora depende de el tipo de genitales, veamos este caso con sentencia que puede ser muestra de que en Costa Rica se esta administrando la justicia por idiologías y no por el estado de derecho. ¿prevaricato?.
Un hombre pasó un año y tres meses en la cárcel por la denuncia presuntamente falsa de una expareja, como un método de extorsión para que él no le cobrara la devolución de una impresora multifuncional y una laptop, inversión que él realizó para crear un negocio con la denunciante.
La mujer podría haber simulado un secuestro que cuenta con características poco creíbles, dado que la mujer denuncia haber sido inyectada al momento del secuestro, pero recuerda tiempos y hasta logra orientarse en qué sentido fue trasladada.
Nuestro medio consultó a varias enfermeras y nos indicaron que no hay sustancias que tengan esta reacción, sino que los efectos serían la inconsciencia o la percepción de alucinaciones. En ambos casos, no tendría la capacidad de identificar a una persona, tampoco de poder orientarse, mucho menos de calcular tiempos. Tampoco el expediente de medicatura forense señala la existencia de alguna sustancia en la sangre, o identifica el punto de inoculación, lo que descartaría esta posibilidad.
Entrevista e Imágenes del Expediente:
La mujer, además, narró haber sido llevada a un lugar donde la tiraron al piso de tierra. Sin embargo, todas sus prendas estaban limpias, lo que evidencia que su narrativa tiene inconsistencias.
La principal denuncia señala que la mujer era amenazada por mensajes de texto, desde un teléfono que no era el usual del denunciado. Sin embargo, según indica cibercrimen, el chip estaba en el dispositivo telefónico de la supuesta víctima y denunciante, por lo que se puede interpretar que los mensajes se los enviaría ella misma.
Al parecer existe ruptura de la cadena de custodia, dado que según testigos, la mujer portaba un turbante en su cabeza y unas medias rosadas, las cuales no se encuentran en el registro fotográfico de las prendas de la supuesta víctima. En ellas se podría corroborar que la mujer al menos caminaría sobre tierra o la vía pública.
La fiscal señala que la prueba contundente es el testimonio de la víctima, aun cuando nada señalaba al denunciado como participante del supuesto evento. Al parecer nunca se contempla en este expediente que la pareja denunciante fueran coautores de una simulación de delito, dado que las pruebas no son suficientes para vincularlo, por lo que se da una sentencia donde se declara INOCENTE CON DUDA, o como se conoce In dubio pro reo, lo que evitaría al Estado pagar por los daños ocasionados al denunciado que ha sido privado de libertad por año y tres meses.
Sin embargo, el acusado, quien es posiblemente la verdadera víctima de este proceso, recopila una serie de historias tras las rejas que revelan varias cuestionantes, y es la inseguridad jurídica que se puede estar creando al administrar la justicia por opinión y no por lo que establece la ley, cayendo en posible prevaricato.
De estas historias se desprende el cómo, a través de denuncias falsas, se utiliza para extorsionar a un hombre, para sacar a una pareja de la casa e irse con una nueva pareja, para alejar a los hijos de sus padres violentando el interés superior del menor, para quitar propiedad privada e intelectual.
El problema es que estas denuncias pueden utilizarse para acusar y silenciar a un juez de la república por la mujer de un narco, puede usarse para quitar a un alto mando de un banco, para sacar del camino a un investigador judicial, e incluso para ensuciar la imagen de un presidente o de un fiscal general.
Sin duda, como el conocido caso de Mónica Lewinsky, es un método incluso para afectar la imagen de un político, sea un diputado, un candidato o incluso un diplomático. El peligro del prevaricato en temas de juicios de género contra los hombres puede ser, a cierto modo, el detonante para que se generen feminicidios, dado que el hombre se está viendo jurídicamente sin derechos constitucionales.
Estos métodos de extorsión ya son conocidos. Recomendamos ver el video documental Rusia, Poder Corrupto, donde el crimen organizado infiltra en los poderes del Estado y utilizan a las mismas autoridades como un método de extorsión, usado para quitar la propiedad privada, encarcelar empresarios y saquear sus recursos, del mismo modo que saquean los recursos del Estado, generándose un método de financiar las campañas políticas y perpetuarse en el poder.
De ello se desprende la Lista Negra de Sergey Magnitsky, el testimonio de un abogado que da origen a la conocida Ley Magnitsky que aplica Estados Unidos a funcionarios públicos que se enriquecen de un país y trasladan grandes cantidades de dinero a paraísos fiscales.
Además, no solo en Costa Rica se observa el fenómeno de las denuncias falsas. Por ejemplo, Argentina ha creado una ley contra las denuncias falsas contra los hombres. La pregunta que debemos realizarnos es: ¿quiénes son los que invierten en estas ideologías para promover injusticia social? Y, ¿quiénes son los que deberían funcionar como contrapesos para que estas ideologías no afecten al país?
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