La Constitución Política es un contrato de confianza (trust) que debe de mantenerse intacto por ustedes los administradores

Alexander King, uno de los fundadores del club de Roma, quien escribiera en su libro «The First Global Revolution»:

‘»Because of the sudden absence of traditional enemies, «new enemies must be identified.»[2] «In searching for a new enemy to unite us, we came up with the idea that pollution, the threat of global warming, water shortages, famine and the like would fit the bill…All these dangers are caused by human intervention, and it is only through changed attitudes and behavior that they can be overcome. The real enemy then is humanity itself.»[3]

[2] *Alexander King & Bertrand Schneider. The First Global Revolution (The Club of Rome), 1993. P.170
[3] *King & Shneider, p. 115

Me permito aportar eso traducido al español, donde dice:

«Debido a la repentina ausencia de enemigos tradicionales, «es necesario identificar nuevos enemigos».[2] «Al buscar un nuevo enemigo que nos uniera, se nos ocurrió la idea de que la contaminación, la amenaza del calentamiento global, la escasez de agua, el hambre  y cosas similares encajarían perfectamente… Todos estos peligros son causados por la intervención humana, y sólo a través de un cambio de actitudes y comportamiento se pueden superar. El verdadero enemigo entonces es la humanidad misma.»

Tenemos pues que nuestra constitución política fue creada por una Asamblea Nacional Constituyente, con unos intereses muy diferentes a los del Club de Roma, las élites que crearon la Agenda 2030.
La creación de nuestra constitución implicó que hubo una creación de un documento de valor en la estructura para gobernarnos, conocida como república.

La república se caracteriza por tener tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, donde la custodia de este documento de gran valor en confianza le corresponde a estos poderes y al pueblo en los mecanismos permitidos.
Por lo que como todo costarricense que entiende documentos de valor asociado a lo que es el comercio y la ética en los negocios, le informo en este momento tanto al poder judicial como al poder ejecutivo que al acoger la agenda 2030 están incumpliendo comercialmente con la constitución política de Costa Rica, transfiriendo poderes a los interesados de la agenda 2030 que no está permitido que tengan.

Evidentemente, estos elitistas tienen intereses incompatibles a los expresados por la Asamblea Nacional Constituyente que buscaba que la soberanía estuviera en la nación y que el gobierno superior solo estuviera formado por los tres poderes y el pueblo.

Sostengo lo dicho afirmando que la constitución política es un contrato de confianza (trust) que debe de mantenerse intacto por ustedes los administradores y que no deben de servirle o administrarle a aquellos que nos consideran enemigos solo por ser humanos; además, en la búsqueda de darle protección a los costarricenses, ustedes deben de buscar todo aquello que el contrato Agenda 2030 pueda perjudicar a los costarricenses, es su obligación y no simplemente asumir que cada punto de este contrato es beneficioso para los costarricenses y el país; si ustedes no encuentran nada perjudicial, pues deben de abrir un centro de consulta pública para recoger la valoración del pueblo que señale como perjudicial los puntos nefastos de la agenda – esto no se ha hecho – porque el deber de los funcionarios públicos es servir al país y no ser obedientes y serviles a extranjeros, sean estos del tipo de organización que sean

Willism Gerardo González Barquero