Investigación revela red de corrupción y narcotráfico en la Policía y el Poder Judicial

(Imagen de Portada con fines ilustrativos) En un explosivo video, el periodista Camilo Rodríguez revela una presunta red de corrupción y colusión que involucra a altos funcionarios de la Policía y del Poder Judicial de Costa Rica, así como a conocidos narcotraficantes. Según Rodríguez, estos vínculos profundos y personales estarían facilitando operaciones ilícitas, contrabando y protegiendo a capos del narcotráfico en el país.

Los protagonistas: altos mandos y narcos

Rodríguez menciona directamente a varias figuras clave en esta supuesta red de corrupción. Uno de los nombres más destacados es el de Celso Gamboa, un conocido abogado que, según el periodista, es un cercano amigo de Marlon Cubillo, actual jefe de la policía. Gamboa, en palabras de Rodríguez, también estaría vinculado con figuras del narcotráfico como «Macho Coca», «Pecho de Rata», «Pancho Villa», y otros. Estas conexiones, asegura, son muestra de un entramado de corrupción donde la policía y el crimen organizado parecen trabajar juntos.

Periodista Camilo Rodriguez

Información brindada por el Periodista Rodriguez

Los narcos defendidos por Celso Gamboa, alias Cementazo, son los siguientes: Macho Coca y Pecho de Rata (ambos de Limón), Pancho Villa (Golfito), Marvito Gardela y Teresa Gardela (ambos de Puerto Jiménez).

Asimismo, Celso Cementazo Gamboa es el abogado de El Cartel de Los Soles en Costa Rica. Y uno de sus socios es el narco abogado Agustín Televisa Corrales, abogado de Aserrí con carteles mexicanos. Fue el abogado vinculado a los narcos mexicanos que se hicieron pasar por periodistas y que trasladaron millones de toneladas de cocaína y millones de dólares en unas camionetas que simulaban ser de Televisa, México. Cruzaron todo el territorio costarricense y fueron detenidos en Nicaragua.

La lista de los narco abogados:
Integrantes del cartel de los narco abogados:

  1. Celso «Cementazo» Gamboa: narco abogado de los narcos Macho Coca, Pecho de Rata, Pancho Villa, Marvito Gardela, Teresa Gardela y El Cartel de los Soles en Costa Rica.
  2. René Dagoberto Orellana Meléndez, alias Chupeta Jet. Abogado de los narcos Palidejo, Chupeta (narco que le prestó el Jet a la presidente Laura Chinchilla) y siete narcos más. Abogado histórico de las bandas de robacarros de Santa Ana. Abogado involucrado en el Caso Madre Patria.
  3. Simón «Manzanita» Angulo Arredondo. Abogado del narco Manzanita (el zar de la León XXIII) y otros 14 narcos.
  4. Douglas Iván Rivera. Narco juez colocado en sitios estratégicos por el Vito Corleone de la mafia costarricense, por el Al Capone de Costa Rica, Celso «Cementazo» Gamboa.
  5. Irving «Contrabando» Malespín. Fue director de la Policía de Control Fiscal en los gobiernos del PAC. Era el zorro cuidando de las gallinas. Tenemos grabaciones con narcos y con contrabandistas que demuestran la cercanía del narco y de las bandas de contrabandistas precisamente con quien tenía que controlarlos, el director de la Policía de Control Fiscal. Los contrabandistas dicen que le pagaban 20 millones por mes a Malespín para que los protegiera.
  6. Gustavo Adolfo Koutsouris, alias El Chupacabros Cochobis. Estafó a cientos de pequeños agricultores de La Zona Norte, El Caribe y Guanacaste. Tenemos cientos de grabaciones con estos agricultores. Koutsouris o Chupacabros Cochobis violó a una funcionaria judicial y por ello perdió su trabajo como juez civil de menor cuantía.
  7. Édgar Francisco Hernández Mora, alias Burro Útil. Le hace tareas jurídicas a muchos de los otros narco abogados. Es algo así como «El carajillo de los mandados». Al igual que René Dagoberto Orellana Meléndez, está vinculado con peligrosas bandas de robacarros.
  8. Agustín Corrales, alias Televisa. Este narco abogado está encargado de cobrar a los narcos. Lava dinero en Hacienda Salitrillos (Aserrí) y con vehículos de alta gama. Es el narco abogado de los narcos mexicanos que se hicieron pasar por periodistas y que trasladaron por América Central toneladas de cocaína y millones de dólares dentro de unas camionetas que simulaban ser de Televisa.
  9. José Pablo Badilla, famoso por comprar fiscales y jueces, por operar como un topo y por tener en planilla a jueces y fiscales que reciben una mensualidad, un salario por parte del crimen organizado.
  10. William Charpantier. Fue campeón nacional de ajedrez. Se dice que lava dinero con un colegio en Santa Bárbara de Heredia y con un colegio en Belén. También con una clínica veterinaria y una venta de verduras así como de productos naturales. Todo aparece a nombre de su compañera sentimental, quien le compró uno de estos centros educativos a algunos de sus familiares.

Muchos de estos narco abogados tienen algunas actividades afines

  1. Montan denuncias falsas para alejar a los hijos del papá. Cobran 8, 10, 15 y hasta 20 de millones por un paquete de denuncias falsas que permiten a una mamá el poder alejar a sus hijos del papás. Es el caso de los narco abogados Gustavo Adolfo Koutsouris (alias Chupacabros Cochobis), Simón «Manzanita» Angulo Arredondo, René Dagoberto Orellana Meléndez (alias Chupeta Jet o Avioneta Jet), Douglas Iván Rivera (alias doctor muerte o el pingüino), Edgar Francisco Hernández Mora e Irving «Contrabando» Malespín. Incluso se les vincula en este tema con falsas especialistas en Psicología Forense, entre ellas Adriana Barboza Rojas y Samaria Calderón Montero, quienes fueron suspendidas por el Colegio de Profesionales de Psicología de Costa Rica. Otro abogado vinculado a ellos en este tema es el ex fiscal Francisco Dallanese.
  2. Hacen traspasos fantasmas de propiedades de adultos mayores y extranjeros, sobre todo en Escazú, Santa Ana y Santa Cruz, Guanacaste. Es parte de lo que se ha llamado «Caso Madre Patria».
  3. Lavan dinero con vehículos de alta gama. Es el caso de Simón Manzanita Angulo Arredondo, Gustavo Adolfo Koutsouris (alias Chupacabros Cochobis), Celso «Cementazo» Gamboa, Agustín Corrales («Televisa») y René Dagoberto Orellana Meléndez, alias Chupeta Jet.
  4. Representan a bandas de otras actividades delictivas: es el caso de René Orellana Meléndez y Edgar Francisco Hernández Mora en cuanto a las bandas de robacarros; el caso de Irving Contrabando Malespín y de Celso Cementazo Gamboa con respecto al contrabando (vinculado fuertemente al narco) y el caso de Gustavo Adolfo Koutsouris (Chupacabros Cochobis) en cuanto a las estafas de Fundación Proagroin en contra de gran cantidad de pequeños agricultores de La Zona Norte, El Caribe y Guanacaste.

Además, Rodríguez menciona a Irving «Contrabando» Malespín, otro personaje clave que, según su relato, habría estado a cargo de la Policía de Control Fiscal. Durante su gestión, supuestamente facilitó negocios con contrabandistas y estableció una red de corrupción que, aunque ya no está en su puesto, dejó a su «gran amiga» al frente, perpetuando la corrupción.

Vínculos entre el narcotráfico y la policía

Otro nombre mencionado por Rodríguez es el de Luis Porfirio Sánchez, un magistrado que él califica como “magistrado del narco”. Sánchez está casado con la directora administrativa del Poder Judicial, lo que para Rodríguez representa otro claro ejemplo de nepotismo y corrupción que facilita la operación de grupos criminales desde el interior de las instituciones del Estado.

El periodista también acusa a Michael Moruga, antiguo jefe de la policía de Pococí, de mantener relaciones con el narcotraficante conocido como «Simón Manzanita». Según Rodríguez, Moruga no solo protegía a Manzanita sino que llegó a desarticular bandas rivales para facilitar las operaciones de este capo.

La respuesta necesaria

Rodríguez es contundente al pedir la destitución de los involucrados y asegura que todo lo relacionado con «Celso Cementazo Gamboa», «Irving Contrabando Malespín» y «Simón Manzanita» debe ser eliminado de las filas de la policía y del control fiscal. El periodista insiste en la necesidad de limpiar las instituciones de todos los que huelen a narcotráfico y corrupción para restaurar la confianza pública en el sistema judicial y de seguridad del país.

Conclusión

Las denuncias presentadas por Camilo Rodríguez son graves y merecen una investigación profunda por parte de las autoridades correspondientes. Si se llegaran a confirmar estas acusaciones, estaríamos ante uno de los casos de corrupción más alarmantes en la historia reciente de Costa Rica. La transparencia y la justicia deben prevalecer, y es crucial que la sociedad civil y los medios de comunicación sigan vigilantes para asegurar que se tomen las acciones necesarias para depurar las instituciones del Estado.