Rusia ingresa al Parlamento Centroamericano: Un peligroso juego geopolítico con China

En un movimiento que ha encendido las alarmas de la comunidad internacional, Rusia ha sido aceptada esta semana como observador permanente del Parlamento Centroamericano (Parlacen), en lo que se perfila como un inquietante avance geopolítico en la región. Este hecho se suma a la creciente influencia de potencias extrarregionales, como China, que de la mano de la dictadura nicaragüense, han comenzado a tener un impacto cada vez más visible en Centroamérica. Tres países considerados enemigos de la libertad, la democracia y los derechos humanos parecen estar consolidando su presencia en el corazón del continente.

Un peligro para la paz y la democracia en la región
La inclusión de Rusia en el Parlacen no es un hecho aislado, sino parte de un proyecto más amplio que representa una amenaza no solo para Centroamérica, sino también para la seguridad de Estados Unidos. Desde el regreso al poder de Daniel Ortega en 2007, Nicaragua ha servido como la puerta de entrada para la creciente influencia rusa en la región. Organismos clave como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), la Conferencia de Fuerzas Armadas Centroamericanas (CFAC) y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) han estado bajo la lupa del Kremlin.

Rusia en el BCIE: Financiación bajo sospecha
Uno de los primeros pasos significativos de Rusia en Centroamérica fue su acuerdo con el BCIE en 2015, mediante el cual firmó un acuerdo de financiación comercial con el Banco Interkommerz de Rusia. Este acuerdo buscaba fomentar el comercio entre Rusia y los países de la región, pero detrás de este acercamiento económico muchos expertos ven una maniobra geopolítica para afianzar la presencia rusa en la región.

El rol ruso en la lucha antidrogas
Desde 2012, Rusia ha sido un actor clave en la organización de cursos regionales de lucha contra el narcotráfico en Nicaragua, una de las pocas áreas en las que la cooperación internacional ha sido vista con buenos ojos. Sin embargo, la construcción de un centro de espionaje ruso en Nicaragua, sancionado por Estados Unidos en 2024, muestra el lado oscuro de esta cooperación. El Centro de Coordinación Regional (CCR), una subdivisión del Ministerio del Interior de Rusia, se ha utilizado para reprimir a la sociedad civil y amenazar las libertades en la región.

Los ejércitos de Centroamérica bajo la mirada rusa
Desde 2005, Rusia ha sido observador permanente en la CFAC, un organismo que reúne a los jefes de los ejércitos de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y la República Dominicana. Esta presencia militar refuerza la percepción de que Moscú está tratando de afianzar su influencia en las instituciones de seguridad de Centroamérica, una región caracterizada por la debilidad institucional y la fuerte presencia de liderazgos autoritarios.

Un intento fallido en el SICA
El Sistema de Integración Centroamericana (SICA) ha sido otro escenario en el que Rusia ha intentado consolidar su influencia, aunque con menos éxito. Desde 2018, ha intentado formar parte de esta organización regional, pero tras la invasión rusa a Ucrania en 2022, su entrada fue bloqueada por países como Guatemala y Costa Rica, que ven en la presencia rusa una amenaza directa a la estabilidad regional.

Un futuro incierto para Centroamérica
El ingreso de Rusia al Parlacen, sumado a la reciente incorporación de China, es un recordatorio de que Centroamérica se está convirtiendo en un escenario clave de la rivalidad entre grandes potencias. Bajo la influencia de gobiernos autoritarios como el de Ortega en Nicaragua, el futuro democrático de la región está en peligro.

Para Estados Unidos, la creciente influencia de potencias como Rusia y China en su «patio trasero» plantea un reto urgente. Washington no puede permitirse subestimar el impacto de estas alianzas en una región que ha sido tradicionalmente su esfera de influencia. La defensa de la democracia, los derechos humanos y la paz en Centroamérica debe ser una prioridad estratégica para preservar la estabilidad tanto en la región como en el hemisferio occidental.

Estados Unidos está llamado a reforzar su liderazgo en Centroamérica. La prosperidad, seguridad y democracia son valores compartidos que deben defenderse con firmeza. Las alianzas de Nicaragua con Rusia y China ponen en riesgo el futuro de la región y la seguridad de sus vecinos más cercanos.

Fuente: PANAMPOST