Con trabajos de rellenos, barandas y escolleras, actualmente, se tiene un avance del 69% en el puente sobre el río Rempujo. Esta es una de las tres estructuras que se están construyendo entre Garza y Nosara, sobre la ruta nacional 160, en Guanacaste y que estarían listo para finales de marzo.
Con base en estas proyecciones, los turistas podrán desplazarse de mejor forma durante la Semana Santa del 2023, periodo en el que muchas personas aprovechan para vacacionar. Además del Rempujo, la estructura sobre el río Esperanza alcanzó un 52% de progreso y el puente sobre la quebrada Sube y Baja tiene un 50% de avance, destacaron las autoridades del Consejo Nacional de Vialidad. Agregaron que en el primer caso se labora en tareas de barandas, rellenos y muros, mientras que en el Sube y Baja se están colocando las losas de concreto, que servirán de base a la superficie de ruedo en mezcla asfáltica y también se están haciendo rellenos.
Estas estructuras no solo impactarán positivamente a los lugareños, con traslados más seguros y expeditos, con fines de estudios, citas médicas, trabajo y traslado de mercancías, más en época de lluvias, cuando se vuelven más complicado el paso sobre estos afluentes, sino que beneficiará directamente a la actividad turística propia de esta zona de veraneo, como ya se explicó.
El sector de playa Guiones, Punta Pelada, Esperanza Sur, Santa Marta y la propia Nosara, son parte de los sitios que se verán beneficiados. Las obras tienen un costo sumado de ¢2.125 millones.
Detalles de los puentes
Respecto al paso sobre la quebrada Sube y Baja, la obra deberá contar con un puentede dos vías, con una longitud de 24 metros y con un ancho de 9.7 metros. En cuanto la paso sobre el río Esperanza, también dispondrá de dos carriles de circulación a lo largo de 18 metros y con el mismo ancho que el Sube y Baja.
Por último, las labores sobre el río Rempujo implicarán un puente de dos carriles, 24 metros de longitud y también con 9.7 metros de ancho. En todos los casos, los puentes tendrán dos carriles de 3.65 metros y una pasarela peatonal de 1.2 metros a cada lado, comprendiendo la importancia de darle su lugar a los peatones, como el actor vial más relevante, según la pirámide de movilidad urbana