Un apagón eléctrico de gran magnitud dejó sin suministro a millones de personas en España y Portugal durante la jornada del 28 de abril. El corte, que se extendió por casi 14 horas, afectó a ciudades enteras, paralizó servicios ferroviarios, interrumpió redes móviles y causó el colapso de sistemas de tránsito al dejar fuera de funcionamiento los semáforos.
En el caso de España, Red Eléctrica informó que el sistema nacional quedó desconectado de la red europea tras detectar oscilaciones anómalas de origen aún no determinado. Mientras tanto, en Portugal se atribuyó el incidente a vibraciones severas provocadas por un fenómeno atmosférico poco común.
Aunque al cierre de esta nota ya se había restablecido el 87% del servicio en España y más del 95% en Portugal, las autoridades no descartan ninguna hipótesis sobre el origen del fallo. El Centro Criptológico Nacional y el Mando Conjunto del Ciberespacio analizan la posibilidad de un ciberataque como parte de la investigación.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que se tomarán medidas urgentes para fortalecer el sistema eléctrico y evitar futuros incidentes. Por su parte, la Comisión Europea confirmó que elaborará un informe independiente sobre lo ocurrido.
Este apagón se da en un contexto de creciente preocupación en Europa por la vulnerabilidad de sus infraestructuras energéticas. Países como Austria ya habían advertido sobre posibles apagones generalizados y han activado campañas para preparar a la población.
La investigación sobre lo sucedido continúa y se espera que en los próximos días se aclaren las causas del apagón, considerado ya uno de los más graves en la región en los últimos años.
