La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) transformó la tarifa de alta tensión que se aplica a grandes consumidores (conocida como T-UD), en una tarifa máxima, para atraer inversiones y fomentar la eficiencia del operador eléctrico.
La decisión de mantener la tarifa vigente como tarifa máxima permitirá a las partes negociar una tarifa menor, se introduce una flexibilidad que puede fomentar la eficiencia. El ICE, de acuerdo con las reglas comerciales y su estrategia de expansión, puede acordar precios inferiores a la tarifa máxima, tanto con los abonados actuales como con nuevos abonados.
Como se puede apreciar en el siguiente cuadro, actualmente la tarifa máxima T-UD quedaría establecida en 0,066 $/kWh en período punta:
Lo anterior implica que el ICE podrá suscribir contratos de suministro de energía eléctrica, acordando tarifas inferiores a la máxima fijada por la Autoridad Reguladora.
La gestión comercial del ICE será clave, dado que el éxito de esta flexibilidad exige que el ICE realice una planificación estratégica y eficiente de su generación, así como adoptar estrategias que le permitan optimizar el uso de la capacidad instalada y el aprovechamiento de excedentes que hasta ahora eran colocados exclusivamente en el Mercado Eléctrico Regional (MER).
De acuerdo con Mario Mora, Intendente de Energía, se transformó la tarifa T-UD, que actualmente es puntual y única para todos los consumidores directos servidos en alta tensión, a una tarifa máxima. Lo anterior de conformidad con lo dispuesto en la resolución RE-0012-JD-2024 aprobada por la Junta Directiva, la cual tiene los siguientes propósitos:
- Permitir una mayor flexibilidad a la hora de establecer la tarifa para la venta de energía y potencia a los usuarios directos (T-UD), facilitando la gestión técnica y comercial del prestador.
- Promover la competitividad del sector y la atracción de inversiones que generan diversas contribuciones al bienestar nacional, entre las cuales se pueden mencionar la generación de empleos, desarrollo de encadenamientos productivos y un mayor crecimiento del producto interno bruto nacional (PIB), entre otros.
- Condicionar las mejoras tarifarias a un incremento en el consumo, de forma que, no se atente con la estabilidad económica del prestador. A su vez, facilita la colocación de excedentes de energía que, en otras situaciones, no se lograrían vender, contribuyendo al uso eficiente del recurso eléctrico.
- Propiciar la descarbonización de la economía.
- Fomentar un aumento de los ingresos del generador de energía y que, en última instancia, se puede traducir en mejores tarifas para todos los usuarios del sistema de generación.
- Incrementar el bienestar social a través del uso de este mecanismo tarifario.