Parece un triste cuento, pero es nuestra realidad costarricense; parece que algunos no han entendido que la campaña política ya se acabó y que nos interesa unir al país para que nos vaya bien a todos.
En este momento, debemos ser verdaderos patriotas y esforzarnos en superar diferencias, porque ante una crisis como la actual, sólo unidos y con Dios como nuestro guía, podremos salir avante y llegar a buen puerto. Hoy no se vale ser mezquinos en momentos en que nos hundimos todos como sociedad en una lucha intestina, en donde pareciera que los intereses individuales y de grupo, se imponen al interés nacional y esta unión nacional se debe reforzar porque hemos celebrando 201 años de Independencia y por lo tanto, llegó la hora de madurar como sociedad, como pueblo.
Comparo a nuestro país con un barco, lo digo con el mayor respeto, para ayudar al costarricense a entender los tiempos que vivimos. Nuestra nave, llena de huecos, se está hundiendo, después de que los últimos capitanes la dirigieron pésimamente; llevándola por toda clase de tormentas y la encallaron por su falta
Es clarísimo que el costo de vida, el desempleo, la corrupción, la inseguridad y otros temas ya no pueden esperar más tiempo a ser resueltos y necesitan la colaboración de todos. Nuestros niños merecen algo mejor y ya no se vale decir que para después se harán las soluciones: ¡Es ahora!
Desconozco la razón de la salida de viceministros y recientemente de ministras, de los ataques entre diputados y jerarcas de los distintos poderes, pero bien dice el Presidente que es hora de dejar de “jugar chapitas”. Y el mensaje va para los que remamos para dar impulso a la nave, como para los que tienen una posición de autoridad asumida con un juramento ante Dios y la Patria.
En ese sentido, invito a todos para dar una tregua nacional, que vaya desde el más alto funcionario hasta el más humilde labriego, para que nos comprometamos a parar de tajo a la corrupción, cero tolerancia a funcionarios y los políticos corruptos; así como, a la polarización social, incluyendo las virulentas redes sociales, escenario de una guerra cibernética llena de troles y de irresponsables que usan el anonimato para atacar sin piedad ¡Basta de cobardías y acciones llenas de bajeza! ¡Vivamos en paz!
Nuestra Patria nos llama a hacer un esfuerzo mayúsculo: Construyamos un régimen entre todos, donde aprendamos a cogobernar con sanos contrapesos democráticos, oposición responsable y reconocimiento mutuo de que cada ciudadano es importante.
El sol debe salir para todos, es de humanos equivocarse y de valientes y sabios aceptar los errores y más lograr y cumplir pactos y acuerdos. En fin, llegó la hora Costa Rica.
Fuente: Panorama | Opinión de Miguiel Gutierrez
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