Programa #49 de Bicentenario fue para señalar a medios de comunicación tradicional con conductas contrarias a la libertad de prensa, que al parecer se viene convirtiendo en monólogos de libertad de chismes.
¿Chismes? Si, es fácil observar que los opinólogos especialistas usan la frase “un estudio dice” pero a diferencia del grupo Bicentenario, nunca mencionan las fuentes, ni enlaces, ni respaldo de lo que dice, en otras palabras no portan absolutamente nada más que una opinión.
Durante el programa, Jorge Navarro, presentador de Bicentenario, ingresó a la publicación en la red social de dicho medio, y los comentario de los lectores fueron en su mayoría contra ese medio, y no contra Bicentenario, incluso algunos comentarios expresan la perdida de credibilidad a las publicaciones.
Hoy 11 de noviembre a las 8:49 PM, la publicación cuenta con 70 comentarios, y 2 compartidos. 0 comentarios a favor del medio o dando avalando el contenido de la nota compartida en su perfil oficial en Facebook.
Pero lo preocupante, es como se ha dejado de cuestionar las acciones de los funcionarios públicos, y donde se generan todas las posibilidades de que se generen actos de corrupción, desde la función pública, que cada vez más se parece al caso internacional de Odebretch, donde varios gobiernos en Latino América se vieron vinculados, y cuyos funcionarios recibían dinero en cuentas bancarias en paraísos fiscales.
A diferencia de Bicentenario, quienes impulsan las inoculaciones e instauran un sistema obligatorio desde cargos públicos, sin consentimiento informado, sin debate técnico científico, y sobre todo sin justificaciones científicas validas. Una actuación interinstitucional poco vista en Costa Rica.
La misma Ministra de Educación alega desconocer, mientras su hijo, el Dr Marín Müller es uno de los promotores de la sustancia que dicen ser sustancias “seguras y eficaces”, sin demostrar una sola fuente de esos estudios.
Así mismo, Bicentenario alega un conflicto de intereses en el Poder Judicial, ya que miembros de dicho Poder de la República tienen acciones en el Grupo Nación, propietario del Parque Viva, y del periódico Nación, lo que llena aún más la posibilidad de que la sentencia de la Sala Cuarta para anular una orden sanitaria por tratarse de un ataque indirecto a la libertad de prensa.
Así mismo, el grupo Bicentenario alega manipulación de la información emitida por medios de comunicación y autoridades de salud, es mentira que la miocarditis y pericarditis sea una consecuencia del virus, pues ya se había alertado que eran consecuencias de la mismas sustancias, así lo informaron en Noticias Repretel el 4 de noviembre del 2021, esto debería ser causal para detener las inoculaciones en todo ser humano.
El grupo Bicentenario alerta que para los primeros meses del 2023 se verán las consecuencias de las inoculaciones en menores en edad pediátrica, ya que el estabilizador cardíaco incluido en dichas sustancias podrá ser un riesgo mayor en muchos niños, lo que al parecer las autoridades judiciales se niegan a conocer, ignorando el interés superior del menor y el derecho a la vida.
A la fecha, NO HAY DEBATE que acepten los que Bicentenario llama como mercaderes de la salud, que ya han cobrado vidas en Costa Rica, en otras palabras, la sustancia ha asesinado costarricenses y se justifican esos homicidios como consecuencias del virus, pues las mismas actas mostradas por Bicentenario indican modificaciones en la forma de registrar dichas muertes, aún cuando el mismo fabricante y la OMS lo advierten.
Será el tiempo que nos diga si ha existido en Costa Rica una mafia infiltrada entre los poderes de la república, las autoridades de salud y los medios de comunicación, con posibles conflictos de intereses que por acción u omisión, están afectando la salud pública, cometiendo delitos de lesa humanidad y de traición a la Patria.
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