El Colegio de Médicos Veterinarios de Costa Rica denunció públicamente los efectos negativos de los decretos 44394 y 44336 impulsados por el gobierno actual, argumentando que estas medidas podrían comprometer la soberanía alimentaria del país, encarecer los costos de producción y generar graves repercusiones económicas para el sector agropecuario.
Según la Dra. Silvia Coto, presidenta del Colegio, los decretos eliminan la figura del regente veterinario, una función establecida por ley, al obligar a los productores a contratar servicios de empresas externas. Esta decisión no solo incrementa los costos para los productores, sino que también debilita el papel fiscalizador que ejercía el Colegio Veterinario mediante la gestión de un canon sin fines de lucro.
“La calidad de los alimentos que consumen los costarricenses depende del trabajo de los regentes veterinarios. Con este cambio, se terceriza una responsabilidad legal y se pone en peligro el bienestar de los consumidores y los productores”, señaló Coto.
Impacto económico y social
El aumento en los costos de producción ya está afectando a los empresarios del sector, quienes enfrentan dificultades para absorber estos gastos adicionales. La presidenta del Colegio advirtió que estas medidas podrían derivar en el cierre de pequeñas y medianas empresas, especialmente en zonas rurales, aumentando el desempleo en comunidades vulnerables.
Asimismo, alertó sobre la posible concentración del mercado en pocas empresas, lo que podría generar prácticas monopólicas y un incremento en los precios de los alimentos. También destacó los riesgos asociados a una mayor dependencia de productos importados, especialmente en un contexto internacional marcado por conflictos geopolíticos y crisis climáticas, que afectan el acceso a alimentos.
Argumentos en contra
El gobierno justificó los decretos como parte de una estrategia para modernizar la gestión veterinaria y reducir el impacto ambiental. Sin embargo, el Colegio de Veterinarios argumenta que estas medidas no consideran el impacto integral en la economía ni la salud pública, ya que los regentes veterinarios juegan un rol clave en garantizar la calidad sanitaria de los productos cárnicos.
Coto enfatizó que las decisiones deben priorizar el interés nacional y la protección de los consumidores. “Esto le está saliendo carísimo a los productores y, eventualmente, al consumidor final”, advirtió.
Fuente https://www.facebook.com/sclpcr/videos/1118771263095519
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