El Gobierno de Colombia ha declarado el estado de conmoción interior en la región del Catatumbo y la zona metropolitana de Cúcuta debido a la intensificación de la violencia entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC. Los enfrentamientos han dejado más de 80 muertos y alrededor de 36,000 desplazados, generando una crisis humanitaria en la zona.
El decreto, firmado por el gabinete del presidente Gustavo Petro, tendrá una duración de 90 días y se aplicará en 16 municipios de Norte de Santander, incluyendo los 11 que conforman el Catatumbo, además de Cúcuta y dos municipios del departamento del Cesar que han recibido desplazados. Con esta medida, el gobierno podrá imponer restricciones extraordinarias, como toques de queda y limitaciones al tráfico, con el objetivo de restaurar el orden público.
El conflicto en la región se ha agravado tras la ruptura de una tregua entre el ELN y las disidencias de las FARC, quienes se disputan el control del territorio, clave por su ubicación fronteriza con Venezuela y su alta producción de coca. Como respuesta a la crisis, el presidente Petro ordenó la suspensión de los diálogos de paz con el ELN y reactivó órdenes de captura contra 31 de sus principales líderes.
La comunidad internacional y diversas organizaciones humanitarias han expresado su preocupación por la situación y el impacto en la población civil. Mientras tanto, el gobierno colombiano implementa medidas de emergencia para contener la violencia y mitigar sus consecuencias humanitarias.

