Estados Unidos anunció la imposición de aranceles del 25% a las importaciones colombianas luego de que el gobierno de Gustavo Petro negara el aterrizaje de dos vuelos con migrantes deportados. La medida, anunciada por el presidente Donald Trump, incluye la posibilidad de aumentar los aranceles al 50% en una semana, además de la suspensión de la emisión de visas para ciudadanos colombianos.
Colombia se suma a una lista de países que han rechazado la recepción de deportados desde Estados Unidos. Entre las naciones que han mostrado resistencia o falta de cooperación en estos procesos se encuentran China, India, Cuba, Haití, Afganistán, Irán, Irak, Argelia, Eritrea, Gambia, Ghana, Guinea, Costa de Marfil, Libia, Mali, Mauritania, Marruecos, Sierra Leona, Somalia, Sudán del Sur y Zimbabue.
El gobierno colombiano argumentó que los migrantes no deben ser tratados como delincuentes y exigió condiciones dignas para su repatriación. La Casa Blanca, en contraste, considera que la negativa de Colombia afecta las políticas de deportación de Estados Unidos y constituye una violación a acuerdos migratorios.
Ante la negativa de varios países a recibir a sus nacionales deportados, Washington ha utilizado diversas estrategias de presión, como restricciones en la emisión de visas y sanciones comerciales. Expertos advierten que la escalada de tensiones entre Estados Unidos y Colombia podría afectar significativamente el comercio bilateral y deteriorar la relación diplomática entre ambos países.
