Ya son diferentes denuncias que nos llegan a nuestro medio. Muchas no las hemos podido procesar por la solicitud de que sean anónimas, dado que existe mucho temor dentro de los funcionarios a tener represalias ante el actuar de las jefaturas frente a las denuncias de posibles actos de corrupción hechas por oficiales de Fuerza Pública.
La expresión usada es que los mandan «al mojón». En otras palabras, un mojón limítrofe es una señal permanente que marca la frontera entre dos países. También se le conoce como hito fronterizo. Esta expresión busca señalar que las personas denunciantes son enviadas a lugares distantes para evitar que sigan denunciando, lo que podría interpretarse como: o eres parte de la corrupción o te enviamos a “enfriar”, otra expresión usada por los oficiales para indicar o expresar “para que se enfríen o se calmen las cosas”.
He consultado a muchos de ellos, y la mayoría no ha colocado sus denuncias en el Poder Judicial, dado que Asuntos Internos podría llegar a tapar actos de corrupción y estar fuera de la ley, siendo que es el Poder Judicial el ente constitucional encargado de procesar denuncias de corrupción dentro de cualquier institución pública. Por esto, debemos preguntarnos: ¿se induce al error a los policías para que dichas denuncias no trasciendan al Poder Judicial?
Por esta cantidad de denuncias en la misma línea, podríamos pensar que el crimen organizado ha infiltrado hasta los tuétanos del Ministerio Público y, por ende, a mi punto de vista, el Ministerio Público debería allanar las instalaciones del Ministerio de Seguridad Pública y secuestrar todas estas denuncias que aparentemente no están trascendiendo al Poder Judicial, lo que podría ser violatorio del deber de probidad, transparencia y anticorrupción al que están sujetos todos los funcionarios públicos de los tres poderes de la República.
¿En manos de quién estamos? ¿Cómo podemos confiar en nuestras autoridades? Creo que el policía como el ciudadano se siente solo, ya no sabemos en quién confiar. Parece que las autoridades ya están en manos del crimen organizado, ya que los funcionarios no denuncian por miedo.
Esta debilidad para procesar denuncias, que podría justificarse como una medida para no ensuciar la imagen del Ministerio de Seguridad Pública, podría convertirse en la puerta trasera que permitiría al crimen organizado infiltrado obtener impunidad, además de comprometer a los oficiales de ética y moral intachable que buscan denunciar para evitar convivir con el crimen organizado, siendo la razón de ser de una policía preventiva.
La lista es interminable: desde nombramientos irregulares, propuestas sexuales por asensos, falta de procedimientos para obtener ascensos por mérito y hasta procedimientos irregulares, son parte de las múltiples denuncias. Nos continúan llegando documentos de oficiales de fuerza pública denunciantes.
Como ciudadano costarricense, observante de dichas denuncias de los mismos oficiales en ejercicio, quienes tienen miedo de denunciar y sufrir consecuencias si lo hacen, desde diferentes partes del país, debo hacerme la siguiente pregunta:
¿Qué piensa el Presidente de la República como Comandante en Jefe de la Fuerza Pública?
¿Qué piensa el Ministro de Seguridad, don Mario Zamora, como responsable de dicho ministerio?
Lo cierto es que ya la historia ha demostrado que oficiales de Fuerza Pública se han vinculado al crimen organizado. También sucede en el Poder Judicial. Por eso, ahora que vemos a alguien de uniforme, tendremos que preguntarnos: ¿ahí vienen amigos o enemigos?
El Ministerio de Seguridad Pública no solo requiere ser investigado. En mi opinión, los mandos medios y funcionarios administrativos deben ser investigados y analizados sobre si, como funcionarios públicos, han ocultado denuncias sobre corrupción o crimen organizado, siendo que es un deber de todo funcionario público, y la responsabilidad es personalísima.
El miedo ahoga las denuncias.
Por eso, si usted, funcionario público de cualquier institución, ha denunciado corrupción en Asuntos Internos de un ministerio o institución, le instamos a colocar la «noticia criminis» en el Ministerio Público, adjuntar sus denuncias y enviarnos el recibido. Si lo desea, puede enviar sus videodenuncias al WhatsApp 6334-5121, porque la seguridad es cosa de todos.
Opinión de Gerardo Ledezma.
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