Desde la oración hasta las Constelaciones Familiares
Anoche estaba muy triste porque hoy, en mi cumpleaños, no puedo compartir con tres de mis hijos.
Pero hoy amaneció de nuevo, hay sol, hay viento, hay alegría en el cielo, los pájaros cantan, el parque frente a mi casa está lleno de perros.
Tengo un año y ocho meses de no ver ni abrazar ni sentir ni dormir con tres de mis cuatro hijos.
El odio de la mamá, la lentitud judicial, el abuso de derecho de quienes montan denuncias falsas, la mafia de una psicóloga que se hace pasar por experta y no lo es, la corrupción de la Fiscalía de Género, la alcahuetería del Colegio de Psicólogos y el irrespeto al debido proceso de esa institución nefasta que es el PANI me han obligado a sacar lo mejor de mí.
He soportado mucho dolor y mucha tristeza. He pasado por depresión, por ansiedad, por insomnio y por ataques de pánico.
Pero no he dejado de enfrentar el tema ni un solo día. He sido valiente, fuerte, perseverante y paciente.
He sentido cerca a Dios. He sentido la presencia de Jesús y el abrazo de María.
Tengo una mamá guerrera y dulce; una hija mayor súper valiente, María Pía; un papá presente y un grupo de personas cercanas que son muy importantes para mí: Jorge Horacio, Lourdes, Xinia, Karolina, Ana, Noily, Yeymi, el Pastor Jean, Jennifer, Elena, Miguel, Brenda, Verónica, Rebeca, Silvia Milena, Adriana, Estefanía, Andrea, Eduardo, Arleen, Margarita, Berna, Francini, Berta, Pamela, Fiorella, Marcela, Marsolina, Glenda, Francinia, Marisol, Juan, YCZ, Anita, Wesley, Moisés, Manuel, Ángela, Tita, Sofía, Luis Diego, Enrique, Vanessa, Mario, Ana Victoria, Ruth, Tío Édgar, la prima Cecilia, María Ester…
¡Tanta gente me ha ayudado!
¡Tanta gente me ha tendido la mano!
Quiero agradecer de manera muy especial a Radio Columbia. En la emisora mundialista han salido cientos de testimonios de hombres que sufren como yo.
Hoy, en mi cumpleaños, le doy gracias a Dios por la vida, por mis papás, por mis cuatro hijos, por los libros, por los templos, por los viajes, por Jesús y por María, por Sor Maria Romero, por la oración, por la fe, por las constelaciones familiares.
Sigo de pie. Sigo enfrentando el tema. Estoy muy orgulloso de mi esfuerzo por mis hijos alienados por una mamá negligente, agresora y alienadora.
En el día de mi cumpleaños, veo para atrás y me siento feliz de todo lo que he hecho para recobrar a mis hijos.
Me veo en el espejo y me digo, feliz cumpleaños, poeta, feliz cumpleaños,
guerrero de la luz.
Camilo Rodríguez Chaverri
