Siempre he creído que las películas y series de televisión de género futurista tienen algo de realidad, ya sea porque el autor del libro en el que está basado el film tiene algún conocimiento veraz de que algo así sucederá o debido a un extenso análisis e investigación de lo que ocurre en su presente y que eso liderará a eventos futuros como los descritos en la historia.
Hoy tomaré como ejemplo dos películas y una profecía bíblica.
“Equilibrium” es una película del año 2002 que está basada en el futuro del 2072. Protagonizada por Christian Bale, la cinta nos presenta a una sociedad “utópica” y fría en donde “no existe” la guerra, conflictos y el crimen a como lo conocemos ahora. Sin embargo, dicha sociedad fue construida bajo un régimen dictatorial, y sabemos que nada bueno puede surgir de eso.
Libria es una ciudad-estado totalitarista establecida por los supervivientes de la Tercera Guerra Mundial. En ella se han prohibido todas las emociones y los objetos que las estimulen ya que se les ve como la causa de todos los males de la humanidad. Los que incurren en la violación de esta ley son etiquetados como «Ofensores sensoriales» y son ejecutados. De la misma forma, todo objeto que sea catalogado como material que estimule las emociones es destruido sin miramientos. La población suprime sus emociones con dos inyecciones diarias de «Prozium II«, un fármaco cuyo consumo es obligatorio por ley. Libria está gobernada por el Consejo de Tetragrammaton, que a su vez está liderado por «Padre«, que solo se comunica por medio de discursos a través de pantallas de video gigantes en toda la ciudad. En el pináculo de la policía de Libria están los Clérigos de Grammaton, entrenados en el arte marcial del Gun kata, una forma de lucha con armas de fuego y katana nacida del estudio estadístico de las trayectorias de disparo; gracias a esto un clérigo es capaz de golpear, disparar y esquivar maximizando el daño provocado y minimizando la posibilidad de ser derribado. En paralelo ha nacido un movimiento rebelde que rechaza renunciar a sus emociones y viven como prófugos en el Abismo (Nethers), las ruinas fuera de la ciudad.
Parece terriblemente exagerado y obsesivo que cada ser humano (incluyendo niños) tuviera que inyectarse dos veces por día sin fallar con tal de sentirse “protegidos” contra los demás y ellos mismos. ¿Casualidad o solo ficción conforme a lo que vivimos hoy día? Usted puede responderse. En lo personal, yo creo firmemente que nada sucede por casualidad y que películas como estas fueron hechas con una fuerte carga de verdad.
El protagonista (Christian Bale) falla un día en inyectarse una dosis y comienza a desplegar emociones naturalmente humanas. Luego, a propósito, decide no tomar otras dosis hasta que su conciencia finalmente despierta y se une a los rebeldes para recuperar la libertad y derrocar el sistema totalitario del que han sido esclavos por muchos años y el cual les vendió la idea de una sociedad “pura, protegida, perfecta, correcta y buena”.
Ahora analicemos un poco la película “Demolition Man”, protagonizada por Sylvester Stallone y que data del año 1993. El futuro aquí es el año 2032… no estamos lejos ya. La sociedad es también liderada por un hombre al que consideran “el salvador” (Cocteau) ya que “erradicó” la violencia, guerra, crimen, etc. El guion se basó libremente en la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley y tiene muchas alusiones a la novela The Sleeper Awakes (versión revisada de Cuando el dormido despierte) de H. G. Wells.
La cinta relata la historia de John Spartan, un oficial de policía que se arriesga y que tiene fama de causar destrucción mientras realiza su trabajo. Después de un intento fallido de rescatar a los rehenes del malvado criminal Simon Phoenix, ambos son condenados a la prisión criogénica en 1996. 36 años después, Phoenix se descongela para una audiencia de libertad condicional en 2032, pero este se escapa. La sociedad ha cambiado y todo crimen aparentemente ha sido eliminado. Incapaces de lidiar con un criminal tan peligroso como Phoenix, las autoridades deciden liberar a Spartan para ayudar a capturarlo nuevamente. En este mundo, los policías son absurdamente diplomáticos y poco agresivos, para los cuales, términos como homicidio, secuestro o robo son poco comunes, llegando al punto de no reaccionar como tales por sí mismos ante un delito: para simplemente arrestar a un delincuente, se les debe decir exactamente qué hacer, porque la delincuencia es casi nula. Como en toda situación idílica como esta, existen también ciudadanos conocidos como «despojos», que son auto-exiliados de la sociedad utópica de San Ángeles que han optado por vivir en las alcantarillas que conducen a las ruinas de la vieja Los Ángeles, y buscan derrocar a la utopía planteada por Cocteau. Al final, se muestra a los policías de San Ángeles junto a los «despojos», con deseos mutuos por trabajar juntos para construir una nueva sociedad y dejar de lado la “perfección” que Cocteau había construido.
La vida en este futuro llegó a extremos ridículos de los cuales muchos nos hemos burlado más de una vez. Cosas como cobrar multas por cada palabra ofensiva que cualquier persona dijera en cualquier lugar (incluso en la calle), tener relaciones sexuales a través de unos cascos virtuales (ya que se prohibió el sexo con contacto físico), usar ropa que parece salida de un convento o abadía espacial, discriminar a la gente normal solo porque quieren vivir libres y de forma natural, erradicar el uso de armas en su totalidad para “evitar” la violencia y muchas cosas más.
Hay muchas películas más que reflejan claramente lo que estamos viviendo hoy en día y lo que ciertamente viene, porque ya se anunció. El transhumanismo es el siguiente paso, que ya está en acción (y de hecho existen muchas películas y series al respecto). Es un movimiento ideológico que defiende la mejora de las capacidades físicas, intelectuales y psíquicas del ser humano mediante el uso de tecnología y métodos científicos. El transhumanismo propugna el uso de la manipulación genética y la nanotecnología como métodos para mejorar a las personas. ¿Ficción o realidad? Antes sí era solo ficción, ahora no.
Recuerdo cuando hace un año la mayoría llamó “locos” a unos pocos que anunciaron que se emitiría un “pasaporte sanitario” y que la gente no podría viajar, comprar, disfrutar eventos, etc., a menos que tuviera dicho documento. Recuerdo también que muchos se burlaron de quienes aseguraron que se utilizaría un chip bajo la piel para determinar su status de inoculación. Ahora esto es algo usado en Suecia (https://www.elcomercio.es/sociedad/pasaporte-covid-microchip-subcutaneo-20211228214658-nt.html).
La literatura y el cine nos han venido advirtiendo sobre estos macabros cambios en la sociedad desde hace muchos años, pero pensamos que era solo eso: ficción. El problema aquí radica en que al ser humano de mente débil y fácil de manipular lo adoctrinaron a tal punto durante los últimos 2 años, que seguirá viendo todo esto como una “teoría conspirativa” hasta que ya no pueda hacer nada al respecto.
Poco a poco los líderes y poderosos de este mundo han socavado derechos y libertades haciéndole creer a la gente que “nosotros somos los culpables”. Es muy fácil cuando ellos controlan absolutamente todo, incluso a la prensa mundial, para esparcir su discurso e ideología.
Los fuertes, los valientes, los despiertos y los “rebeldes” serán aquellos que luchen por defender sus derechos, su libertad y su vida.
La profecía bíblica relatada en el libro de Apocalipsis nos habla claramente del reinado del anticristo (Nuevo Orden Mundial) y de un mundo con una falsa seguridad y paz que caerá a sus pies creyendo que están siguiendo a un “gran líder” que “vela por el bienestar de todos”. La marca de la bestia será el “pase” para que todos puedan acceder a alimentos, servicios, trabajo, actividades y más (Apocalipsis 13:16-17). Quienes no tengan la marca sufrirán, pero serán obedientes a Dios, ¡¿y qué mejor que eso?! https://vidaesperanzayverdad.org/profecia/apocalipsis/la-marca-de-la-bestia/
Ahora: ¿hay esperanza a pesar de todo este oscuro panorama que nos espera? Sí. La Palabra de Dios nos dice en Apocalipsis 20:7-15 que los justos (los verdaderos hijos de Dios) tendrán la victoria junto con Cristo y que Satanás, la bestia y el falso profeta serán echados y atormentados por los siglos de los siglos en el lago de fuego junto con los seres humanos que fueron juzgados según su rechazo a Cristo y sus malas obras.
Por eso, a pesar de todo, yo mantengo mi fe, porque sé que al final, Cristo vence, y quienes se jactaron de su poder terrenal y cometieron engaño y sufrimiento a millones de personas, serán juzgados y pagarán por lo que hicieron. Y si usted no es creyente y está leyendo esto, eso no desvanece la verdad, ya que se han cumplido muchas cosas que se creían “solo ficción o conspiración”, así que solo mantenga la mente abierta y atenta. Piense por usted mismo, no por influencia del montón.
Autor: Alexandra Bennet | Opinión.
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