En una nueva acción conjunta de los cuerpos policiales costarricenses, con la colaboración de autoridades estadounidenses, una embarcación cargada con cocaína y marihuana fue capturada el domingo, luego de dos días de arduas operaciones en aguas del Pacífico sur.
La operación estuvo a cargo Servicio Nacional de Guardacostas y del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), durante una operación en la que se contó con la participación de aeronaves estadounidenses como parte del Tratado de Patrullaje Conjunto.
La nave, la cual es una lancha rápida, fue interceptada durante la mañana del domingo a poco más de dos kilómetros de la playa, en las cercanías de la desembocadura del río Sierpe, en el cantón de Osa, Puntarenas.
Tras ser intervenida por los guardacostas, sus tripulantes fueron aprehendidos e identificados como cuatro costarricenses, todos oriundos de la provincia de Limón.
El operador de la embarcación es un sujeto de apellido Salazar, quien presenta un amplio historial por delitos como estafa, robo agravado, hurto simple e infracción a la Ley de Conservación de la Vida Silvestre.
Salazar era acompañado por tres sujetos de apellidos Dávila, Ramírez y Ramos.
La embarcación es una lancha rápida, sin nombre, ni bandera, ni matrícula, la cual era propulsada por dos motores de 300 caballos de fuerza.
Además de la carga de posible droga, la nave llevaba a bordo seis estañones para el transporte de combustible.
Tras ser llevada hasta la Estación de Guardacostas de Quepos, agentes del OIJ determinaron que se trataba de 457 paquetes de cocaína y 231 paquetes de marihuana.
El OIJ está a cargo de las pesquisas correspondientes.
