Guardacostas rescata a dos niños y un joven durante el naufragio de dos catamaranes.

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Uno de los menores cayó al mar y fue arrastrado a un kilómetro de la embarcación en la que viajaba.

Chalecos salvavidas impidieron que los dos niños y el adulto murieran

La rápida actuación del Servicio Nacional de Guardacostas permitió rescatar, la nañana del sábado, a dos niños y un adulto, luego de que dos pequeños catamaranes de velas naufragaran.

El cumplimiento estuvo a cargo de oficiales de la Estación de Guardacostas de Flamingo, quienes afortunadamente se encontraban cerca de donde ocurrió el naufragio, pues estaban realizando un patrullaje enfocado en la lucha antidrogas, control de pesca ilegal y seguridad marítima.

Fue así como los oficiales lograron divisar una persona que estaba solicitando auxilio, el cual resultó ser un niño de 12 años de nacionalidad canadiense.

Dicho menor se encontraba a bordo de un catamarán, el cual se volcó debido a los intensos vientos que prevalecían en el lugar, cayendo al agua y siendo arrastrado mar adentro por las fuertes corrientes.

Por tal razón, apenas los oficiales hicieron contacto con el menor, este fue subido a bordo de la lancha GC 38-18 del Guardacostas de Flamingo, pero el rescate apenas empezaba.

Ello debido a que, otro niño canadiense de 10 años y un joven costarricense quien era su guía turístico, también corrían peligro, pues permanecían sujetados al catamarán del cual había caído el menor rescatado.

Ellos estaban siendo arrastrados junto con la nave hacia un sector rocoso, por lo que de inmediato los oficiales los auxiliaron.

El joven fue identificado como un costarricense de nombre Gerald José Avelarez Tercero, de 19 años, quien fue llevado a tierra junto con los dos niños canadienses y su pequeño catamarán.

Los tres estaban muy nerviosos, pero en buen estado de salud, por lo que no requirieron asistencia médica.

De acuerdo con lo relatado por Avelarez, el accidente ocurrió poco después de que otro catamarán, el cual era capitaneado por un amigo de él, volcara debido a los fuertes vientos.

Cuando él intentó auxiliarlo, su embarcación corrió la misma suerte, sólo que, en el caso de su amigo, este fue arrastrado hacia la playa, por lo que no tuvo que ser ayudado por los guardacostas y logró salir a tierra por sus propios medios.

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