Cuatro pescadores que fueron recatados por el Servicio Nacional de Guardacostas, prácticamente volvieron a nacer este primero de setiembre del 2022, pues al ser las 2 de la tarde de ese día, según aseguran, mientras ellos estaban en faena de pesca optaron por tomar un descanso, el cual casi les cuesta la vida.
De acuerdo con lo que les relataron a los oficiales que los rescataron, al parecer mientras descansaban no se percataron de que su embarcación se encontraba en la línea de tránsito de un mercante que tenía rumbo al norte.
Los hechos se dieron a una distancia de 73 kilómetros de Cabo Matapalo, cantón de Golfito, Península de Osa, Pacífico sur, cuando la embarcación de pesca, de nombre Claudia 79, con matrícula PG-7702, estaba fondeada mientras las artes de pesca estaban en el agua.
Dicha embarcación tiene 12 metros de longitud y es de pesca a pequeña escala, mientras el mercante es de nombre Ever Full, de 470 metros de largo y estaba en su capacidad de carga con el rumbo correspondiente.
Una vez que el capitán del mercante se percató de que la pequeña embarcación estaba en su rumbo, ya era muy tarde para poder detener por completo el buque, por lo que era muy poco lo que este podía hacer para evitar el impacto, incluso después de bajar por completo su velocidad, recorrió casi 6 kilómetros para poder dar la vuelta y salvar a los tripulantes de la embarcación impactada.
Una vez que el capitán del mercante se devolvió al lugar del impacto, alertó al Servicio Nacional de Guardacostas de los hechos, dando parte de que todos los náufragos estaban en buen estado de salud.
El capitán de la lancha pesquera fue identificado como Diego González, de 35 años de edad, mientras que sus tripulantes son César Rojas, de 46 años, Randy Quirós, de 29 años, todos vecinos de Quepos, y Juan Carlos Blanco, de 45 años, vecino de Chacarita, Puntarenas.
Según el capitán de la lancha, ellos no se percataron de la presencia del buque pues no tenían ningún tipo de radar o algún otro medio que los alertara de su presencia.
Afortunadamente una embarcación interceptora del Servicio Nacional de Guardacostas, la cual realizaba un patrullaje preventivo por la zona, permitió efectuar una rápida acción humanitaria de rescate acuático al ser las 4:56 de la tarde del jueves.
Los guardacostas trasladaron a los náufragos hasta el muelle del INCOOP en Golfito, Puntarenas, llegando al ser las 8:30 de la noche del jueves, en donde estaban los paramédicos de la Benemérita Cruz Roja Costarricense, quienes indicaron que ningún pescador ameritaba atención en algún centro hospitalario. Por su parte la embarcación de pesca quedó en un 90% hundida, lo que imposibilitó su remolque hasta tierra.