Una vez más, la alianza entre la ciudadanía y las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública logran ganarle la partida a quienes cometen delitos ambientales, tras salvarle la vida a una tortuga marina que iba a ser destazada.
La oportuna alerta recibida por la Estación del Servicio Nacional de Guardacostas, por parte de una familia de turistas y su guía, evitó que una tortuga verde sufriera una lenta agonía tras ser encontrada atada y herida.
El hecho tuvo lugar el pasado domingo en la isla Uvita, Limón, cuando los miembros de una familia que estaba disfrutando de las bellezas de dicha isla, junto con un guía, se sorprendieron al encontrarse una tortuga amarrada y volteada.
Tras recibir la alerta vía 9-1-1, de inmediato la Estación del Guardacostas de Limón envió una lancha rápida hasta la isla Uvita.
Tras llegar al sitio, los tripulantes de la embarcación GC 38-21 determinaron que el reptil se encontraba con vida, pero con heridas profundas a nivel de caparazon causadas por un arpón, así como raspones en la zona ventral producto de haber sido arrastradas por los cazadores.
Es por ello que los guardacostas la extrajeron del lugar y la trasladaron hasta el Centro de Rescate Jaguar, en Puerto Viejo de Talamanca, el cual es un centro especializado en tratar animales heridos, ya sea durante accidentes o por la acción de cazadores.
Tras ser valorada por especialistas, se espera que la tortuga se recupere de sus heridas en aproximadamente un mes.
De no haber sido por la oportuna acción de dichos turistas y el Guardacostas, se presume que la tortuga iba a ser destazada en horas de la noche por los cazadores que la habían capturado, luego de lo cual posiblemente su carne y sus huevos iban a ser comercializados.
La tortuga verde es una de las 400 especies silvestres que se encuentran amenazadas por diversas acciones humanas en territorio costarricense.
