Que una empresa internacional se vea implicada en casos de corrupción, no es nuevo, en Brasil se dio un caso donde la empresa llegó a comprar políticos y funcionarios para salir favorecidos en contratos amañados, algo así como el Caso Cochinilla, pero en mayores dimenciones, lo hicieron modificando leyes que les beneficiara, esto afectó toda Latinoamérica.
En junio de 2015, la policía brasileña arrestó en su lujosa casa de São Paulo a Marcelo Odebrecht, uno de los empresarios más poderosos de Brasil.
Cuando se hizo pública su detención, muchas personas se llevaron las manos a la cabeza y todos los políticos de la región echaron a temblar. Marcelo Odebrecht pasó de ser el jefe de una de las firmas de construcción más grandes del mundo, a protagonizar el mayor caso de corrupción empresarial: Su empresa gastó más de 800 millones de dólares en sobornar a presidentes y funcionarios del gobierno de 12 países para conseguir contratos millonarios de obras públicas.
Y la lista de proyectos es interminable: líneas de metro en Venezuela, un puerto de mil millones de dólares en Cuba, tranvías en Colombia o la sede de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro… El Caso Odebrecht ha pasado a la historia como uno de los mayores escándalos de corrupción de los últimos años, pero: ¿alguna vez te has preguntado qué ocurrió con la empresa tras el escándalo?
Juzgue usted…
Por eso, cuando un gobierno censura al Pueblo…. puede existir un caso de corrupción de grandes dimenciones.
El gran problema es que se está usando a las autoridades para censurar los efectos adversos, además de una obligatoriedad sin un consentimiento informado. Contrario a toda lógica científica, y posiblemente para no ser desenmascarados no aceptan un debate técnico científico.
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