El INA, por medio del Núcleo Náutico Pesquero, se sumergió de lleno en un novedoso proyecto, por sus características único en el país, para restaurar el arrecife de coral frente a las costas de playa Sámara, en Nicoya, Guanacaste.
Se trata de una iniciativa para sembrar coral y, 6 meses después, trasplantar a estructuras especialmente diseñadas que se convierten en el destino final de esta especie marina.
“Los primeros dos años iniciamos básicamente con el proceso de pruebas tanto con las especies de coral como con las estructuras que se utilizan para el proceso de siembra y cosecha”, explicó Pérez Reyes.
El paso siguiente fue acercarse al pueblo para exponer la idea la cual tuvo una gran acogida y fruto de eso surgió la creación de la Asociación Proyecto Corales de Sámara, la cual asumió el desarrollo del proyecto.
Una vez organizados, el INA inició un proceso intensivo de capacitación que ha incluido temáticas tan variadas tales como “Curso teórico de corales”, “Buceo”, “Básico de Embarco y “Jardinería de Corales”.
“Se han impartido programas y asesorías técnicas para abarcar las diferentes áreas de capacitación que requiere la Asociación para llevar esta propuesta a buen puerto y que se convierta en una actividad productiva que ayude a reactivar la actividad turística, la economía del lugar y también promueva la conservación del recurso marino”, indicó el docente.
La Institución se ha comprometido a dar seguimiento y acompañamiento al proyecto y continuar impartiendo las capacitaciones que sean necesarias.
Una original forma de sembrar
Esta particular práctica se abrió al público que desea contribuir al proyecto de restauración coralina, gracias a un tour único en el país, que ofrece la Asociación, para realizar un viaje en catamarán y además tener la experiencia de sembrar coral.
“El presidente de la Asociación (Martin Daniel Richard Paradis) y la empresa Samara Adventure facilitaron la embarcación de manera que se pueda ofrecer este tour y así aumentar la siembra de coral y llegar a la meta de 10.000 corales y también generar recursos para mantener los gastos básicos del programa de restauración, como compra de combustible e insumos que se requieren para brindar un buen servicio al turista”, explicó.
Hasta el momento se han sembrado mil corales y en junio se hará el primer trasplante a la estructura en la cual terminará de crecer esta especie.
“Este es un proyecto con un gran alcance en la comunidad porque se ha brindado capacitación y esto genera una importante reactivación económica local. Además, el impacto en el recurso marino es valiosísimo ya que el arrecife estaba muerto casi en su totalidad y ahora lo estamos restaurando y con ello se sustenta toda la vida marina de la bahía Sámara”, concluyó el docente
