Las autoridades de varios países han detectado un aumento en el uso de cargamentos de azúcar para el tráfico de cocaína en rutas marítimas internacionales. En recientes operativos, se han incautado grandes cantidades de droga ocultas en contenedores con este producto, evidenciando la sofisticación de las redes de narcotráfico.
En junio de 2024, las autoridades de Paraguay incautaron más de cuatro toneladas de cocaína en un contenedor en Asunción, con destino a Amberes, Bélgica. La droga estaba oculta dentro de bolsas de azúcar, lo que resalta el uso de la Hidrovía Paraguay-Paraná como una de las principales rutas de tráfico de drogas hacia Europa.
De manera similar, en enero de 2025, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria de España intervinieron 304 kilos de cocaína en un contenedor que llegó al Puerto de València desde Panamá. Estos hallazgos reflejan el incremento del uso de productos legales como el azúcar para ocultar sustancias ilícitas y transportarlas a través de rutas comerciales.
Los organismos de seguridad han reforzado los controles en puertos clave y continúan con investigaciones para desmantelar estas redes criminales, que buscan aprovechar el comercio internacional para el tráfico de drogas a gran escala.


