Costa Rica, Belice, Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Panamá y República Dominicana, se unen, por décimo segundo año consecutivo, para suspender de manera simultánea la pesca de langosta en aguas del mar Caribe.
Por esa razón, más de 500 pescadores de la provincia de Limón, que se dedican a la captura de este crustáceo, dejan de capturarlo, en un afán de permitir la repoblación y recuperación del recurso.
La medida, que se aplica desde el pasado lunes 01 de marzo y se extenderá hasta el 30 de junio del presente año, se enmarca dentro de la Política de Integración de la Pesca y la Acuicultura y el Reglamento OSP-02-09, aprobados por los ministros que integran el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), con el objetivo de proteger y permitir la reproducción de la langosta espinosa del Caribe (Panulirus argus).
“La pesca de langosta es una actividad importante en el Caribe, de la cual dependen aproximadamente más de 500 familias, quienes durante los tiempos de veda se dedican a la pesca de otras especies como pargo, róbalo y macarela. Las embarcaciones dedicadas a esta actividad, en los meses de menor producción, pueden llegar a pescar hasta 80 kilos diarios de langosta; sin embargo, en los meses de mayor producción, que son diciembre y enero, pueden capturar más de 120 kilos diarios”, mencionó Heiner Méndez Barrientos, Ministro de Pesca y Acuicultura y Presidente Ejecutivo del INCOPESCA.
En el Caribe de nuestro país, esta pesquería genera más de 500 empleos directos y reporta anualmente más de 200 millones de colones a la economía nacional.
Desde el 2010, los países de la región acordaron esta veda simultánea, que se realiza, en el mismo período, en todas las naciones, con excepción de Belice, en donde la veda inicia el 15 de febrero y termina el 15 de junio.
