El Lic. Miguel Gutiérrez Pizarro del equipo de CRPrensa.com lideró iniciativa para evitar la exposición de menores de edad costarricenses a las narconovelas que se transmiten en los medios de comunicación, con el fin de reducir la violencia, la criminalidad y sobretodo las formas de violencia contra las mujeres que son reproducidas en ese tipo de producciones televisivas, atendiendo a lo establecido a los compromisos de la Convención Belém do Pará contra la violencia hacia las mujeres.
De esa gestión emanó un intento pionero de regular el tema de las narconovelas y que fue expresado en el oficio CCEP-186-02-2023 y en el Acuerdo Sesión 10-2023 de la Comisión de Control y Calificación de Espectáculos Públicos del Ministerio de Justicia y Paz y junto a las televisoras se estableció que:
“se realizan las gestiones por parte de la Dirección Ejecutiva para incorporar más recordatorios a los padres y madres de familia sobre la responsabilidad que tienen de velar porque las personas menores de edad no estén presentes en horario de contenido adulto con las empresas de televisión Representaciones Televisivas Sociedad Anónima (REPRETEL) y Televisora de Costa Rica Sociedad Anónima Teletica Canal Siete, teniendo como resultado, la inclusión de pantallas sonoras en ambas televisoras durante la programación de horario adulto, posterior a las 10:00 de la noche”.
A nuestro criterio, es la primera vez que se realiza este tipo de regulación sobre un tema tan sensible para nuestra sociedad y que tanto dolor ha causado a la sociedad costarricense. Es claro que hay herramientas jurídicas para poner límites a los contenidos que afectan a la niñez costarricense y que, además, es necesario avanzar más allá de intereses comerciales o rating. La buena voluntad mostrada, incluso, por las televisoras y los funcionarios públicos es un hito que merece ser retomados para futuras iniciativas para regular en el tema de ese contenido que es transmitido por televisión por cable y streaming. Finalmente, recordar que la responsabilidad de los padres de familia es indelegable en educar y sobretodo formar a nuestros hijos de manera responsable, promoviendo una cultura de paz y de no tolerancia al narcotráfico.
