Dice el Himno Patriótico del 15 de setiembre de Costa Rica, “nuestro brazo nervudo y pujante contra el déspota, inicuo opresor a los ruines esbirros espante que prefieren el ocio al honor.
Las cadenas rompió del pasado la que fuera pacífica grey y los libres su vida han sellado con su sangre por Patria y por Ley…y baluarte serán nuestros pechos contra el yugo de inicua opresión.” Cuánta razón tiene la letra del maestro Juan F. Ferraz.
Los “amigos” de la Presidencia de la República:
En una frase que se le atribuye al expresidente Ricardo Jiménez, referente histórico del siglo XX, cuando una persona le llegó y le dijo: “Señor Presidente ahí lo anda buscando su amigo tal… a lo que el Presidente Jiménez respondió él no es mi amigo, es amigo de la Presidencia de la República.
De la misma manera hay muchos amigos del poder que representa la figura presidencial, los denominados esbirros son un ejército de parásitos corruptos que sonríen indiscriminadamente al presidente de turno en busca de cuotas y beneficios del poder a costa del resto de los costarricenses.
Tienen en su ADN la traición como arma preferida, primero traicionan a la Patria, después al que se les ponga al frente lo apuñalan por la espalda, atacando en lo oscurito, de manera cobarde, siempre en forma vil y ojalá acuerpados en manada.
La forma de comportamiento de los esbirros es la misma de Fouché, el falaz ministro de seguridad de prácticamente toda la Revolución Francesa, estableciendo un sistema de espionaje en donde sabía los chismes de todos y los chantajeaba para mantenerse en el poder controlando los hilos detrás del escenario.
Fouché además, sabía que algún régimen caería antes que el resto y también quien subiría al poder, por lo tanto, era el más fiel de unos y otros hasta que conviniera traicionarlos. Un día defendió al Directorio, el otro se presentó como revolucionario, más tarde como ministro de Napoleón. Legítima veleta que se movía adonde corría mejor el viento. Lo curioso es que no tenía empacho de mandar a sus aliados temporales a la guillotina y no recuerdo actos de misericordia con los que lo colocaban en el poder.
Casos de esbirros en la historia costarricense
De 1835 a 1842, el Jefe de Estado Braulio Carrillo, quien aparece en los actuales billetes de 1000 colones, los de color rojo, fue denominado el arquitecto del Estado costarricense debido a las grandes transformaciones que realizó en beneficio del país. Para todos es bien conocido el carácter de don Braulio, su puño fuerte y cómo los esbirros idearon planes para desestabilizarlo del poder porque sintieron amenazas a sus privilegios.
Aquella era una época muy inestable en Costa Rica y algunos querían volver al pasado colonial y continuar perpetuamente en el poder. Inclusive fue tal el servilismo de los esbirros que no apoyaron a don Braulio cuando se perdió el territorio mediante invasión militar de Bocas del Toro y Veraguas, hoy Panamá, en la denominada Usurpación colombiana y orquestaron un golpe de estado contra Braulio Carrillo para colocar a Francisco Morazán, de origen extranjero, como Jefe de Estado, lo cual ocurrió en 1842.
La forma en que cayó Carrillo fue una muestra del actuar de los esbirros, en lo se conoce como el Pacto del Jocote, porque el mismo jefe del ejército Vicente Villaseñor a quien el gobernante había enviado con 400 hombres a rechazar la invasión y defender la soberanía se unió a Morazán sin combatir y entregando la soberanía nacional.
El gobernante Braulio Carrillo fue uno de los primeros costarricenses en pensar que Costa Rica podía ser una nación soberana e independiente de Guatemala y de Centroamérica, pero con Morazán al poder nos anexaron de nuevo, caería el invasor fusilado en el Parque Central de San José, ojo la fecha, el 15 de setiembre de 1842.
Otro caso, don Juan Rafael Mora Porras benemérito de la Patria y libertador de Costa Rica. Realizó importantes aportes al desarrollo nacional y al crecimiento económico.
Durante su gobierno se luchó en guerra contra los filibusteros y se liberó a Centroamérica de la esclavitud.
A diferencia de los Generales Cañas y Mora y del mismo Presidente Juanito Mora quienes iban al campo de batalla incluso a Nicaragua, aquí en Costa Rica se quedaron los esbirros haciendo conspiraciones y buscando mantener sus negocios cafetaleros mientras el pueblo y su Presidente peleaban por el país.
En la madrugada del 14 de agosto de 1859, el Presidente Mora fue sacado por medio de engaños de su casa, y sin un solo disparo, los esbirros dieron un golpe de estado que sustituyó a Mora por su cuñado, el próspero cafetalero José María Montealegre.
En el acta suscrita donde se desconocía al gobierno de Mora, destacaba un efusivo agradecimiento al Comandante en Jefe de las fuerzas de la República, Lorenzo Salazar, militar emparentado con Montealegre.
Nuevamente, un hombre de confianza del Presidente le dio vuelta desde la posición de control de las fuerzas armadas. Para el caso de don Juanito, hasta tuvieron la bajeza de fusilarlo en Puntarenas sin ninguna misericordia.
Siguen los casos, en 1914 asume el Presidente Alfredo González Flores y realizó importantes cambios especialmente económicos por ejemplo si usted va hoy al Banco Nacional sepa que quien lo fundó fue don Alfredo. Su gran pecado político fue creer que los ricos deben pagar impuestos como ricos y los pobres como pobres. De inmediato los esbirros comenzaron planes para quitarlo del poder.
En 1917, el Ministro de Guerra, o sea el equivalente al Ministro de Seguridad, Federico Tinoco, le da un golpe de estado y establece un régimen dictatorial que incluso ofreció a Estados Unidos regalarle la Isla del Coco, con el fin de obtener el reconocimiento de ese país a su gobierno.
La policía secreta creada por Cleto González Víquez para la seguridad interna se utilizó por Tinoco para reprimir a la oposición y aterrorizar a la población civil. Apodados «los esbirros», los agentes tinoquistas tenían bajo su labor identificar, amenazar y arrestar a los opositores, y en algunos casos, ejecutarlos.
Aquí es necesario hacer un paréntesis para mencionar el relato del Lic. Juan Diego Castro quien ha indicado que el asesinato del benemérito de la Patria Rogelio Fernández Güell, hombre valiente que se levantó contra la dictadura tinoquista, se dio cuando agentes tinoquistas lo mataron cobardemente y le cortaron un “colocho” a pedido de la familia oligarca que controlaba los medios de comunicación que hacían propaganda al gobierno de Tinoco y que hoy es conocido por el término de prensa “canalla”.
Luego Tinoco cae cuando el pueblo y es especial maestras como Carmen Lyra y estudiantes se enfrentaron en las calles contra el opresor.
En 1947, se dice que “frente la plaza de la Artillería, en San José, el Gobierno ha disuelto a tiros una de las muchas manifestaciones populares de solidaridad con la huelga de brazos caídos.
Es cerca de la media noche del martes veintidós de julio, de mil novecientos cuarenta y siete y dos cadáveres, un herido de gravedad, y varios leves son el saldo trágico y el testimonio acusador del abuso de la fuerza pública en poder de políticos inescrupulosos y funcionarios venales”.
Luego Costa Rica sería testigo de ataques de los denominados “mariachis con cobija” un ejército irregular que andaba en las calles atemorizando a la población y que son referenciados con el popular “paco” forma popular de referirse al Ministro de Seguridad de 1940-1944, Francisco Calderón y sus fuerzas calderocomunistas. Nuevamente, desde el poder habían ataques a la población civil y derivó con la Guerra Civil de 1948.
Con la llegada de Liberación Nacional los esbirros se refugiaron en la Policía Militar, la Guardia Civil y la Guardia de Asistencia Rural y el discurso se centró en los comunistas come chiquitos y en mantener la idea de un país pacífico de igualiticos en el imaginario y el que se brincaba la cerca era un revoltoso, revolucionario y malcriado.
Lo curioso fue la Dirección de Seguridad Nacional (DIS) que ha pesar de la evolución histórica de nuestro país en una supuesta democracia este departamento quedó en un modelo de Gestapo o policía secreta de la Alemania nazi, donde mediante “informes confidenciales” le hablan al oído del Presidente de turno sobre temas de “seguridad nacional”.
Desde esa cómoda posición cualquier esbirro influye en la persecución de rivales políticos mediante chismes o sacadas de clavo.
Obvio esto es algo muy raro que se de en la denominada Suiza centroamericana. Mediante sendas capacitaciones del extranjero y programas de cooperación en asistencia se ha creado un aparato de choque con importantes recursos, por ejemplo, en 1977, la Unidad Especial de Intervención (UEI) fue creada en 1977 como parte de una unidad élite del Ministerio de Seguridad Pública posteriormente en el año 1985 pasa al Ministerio de la Presidencia, junto a la Dirección de Seguridad Nacional (DIS) y es hoy denominado el mejor “comando” de Costa Rica, por su destreza en las habilidades con las armas y en sus múltiples capacidades físicas y técnicas.
Incluso dentro de su perfil de fuerzas especiales tienen el lema de “Una Generación de Valientes”. Con la llegada de la Ley General de Policía en 1994, la DIS continuó en ese vacío legal que ampararía acciones de policía secreta o policía política, porque para qué un comando dentro del Ministerio de la Presidencia y no en el OIJ o en el Ministerio de Seguridad Pública para actuar contra el crimen y en donde estarían reguladas sus actuaciones por jueces, magistrados y la ciudadanía en general.
Otro de los temas, es la formación de varios de sus “agentes” en cursos de “guerra política” en países donde el respeto a los derechos humanos no existe. ¿Acaso Costa Rica tiene necesidad de una guerra política?
De esa guerra política encontramos cómo a la sociedad costarricense ha sido polarizada en el tiempo, siendo su forma de operar con medios de desinformación que reparten propaganda (sí como en 1917, los mismos que mataron al Benemérito Rogelio Fernández Güell), un sistema de espionaje de esbirros y también de informantes civiles al estilo Fouché (mejor conocido como el cartel de los sapos) y una estrategia de abusar del ciudadano costarricense, que haya miedo en la población a exigir sus derechos, que se aíslen y abandonen a los líderes sociales, que se infiltren los movimientos sociales y que se saque de circulación a los adversarios políticos.
Han conseguido domesticar a nuestra población, criando un hato de ovejas que solo berrean y que de manera casi natural tiene pánico a la confrontación.
Durante décadas el sistema de guerra política ha sido muy efectivo en Costa Rica y los medios de desinformación con futbol, religión, sexo y narconovelas mantienen al pueblo entretenido.
Inclusive, desde la estructura esbirra se cuenta con seudoreporteros, medios y personal dedicado a manipular a la población contando un país de fantasía.
Es tanto el grado de manipulación que para dar legitimidad a la estructura esbirra que ya tienen un guión muy bien definido: caso de corrupción del gobierno de turno, inmediatamente sacan un allanamiento mediático y las miradas las concentran en el tema de seguridad como distractor y demostración de poder, o cuando hay protestas sociales es clarísimo.
Infiltrar movimientos sociales, deslegitimar los líderes sociales, indicar que hay delincuencia en el movimiento social, colocar imágenes de policías y civiles heridos o afectados, crear interminables mesas de negociación y sacar de circulación a los líderes y aprovechando el miedo del resto de la población para reventar los movimientos mediante uso de la fuerza.
Mención aparte merecen sendos casos de espionaje atribuidos a la estructura esbirra en fechas recientes que reflejan su obsesión por los datos de los ciudadanos dentro de la revolución tecnológica que vivimos con el acceso a la información.
Hay que destacar que los teléfonos se han convertido en el medio por donde los costarricenses expresan sus intimidades en redes sociales y guardan sus datos confidenciales.
En 1996, la Procuraduría General de la República, calificó de inconvenientes, imprudentes e improcedentes las relaciones que entre 1994 y principios de 1996 mantuvieron la DIS y la empresa Astur, de capital español.
La Procuraduría estableció que Astur Seguridad S.A recibió armas del arsenal perteneciente al Estado en calidad de préstamo. Además, la empresa, que vigilaba a políticos locales, incluso diputados y escuchaba ilegalmente conversaciones telefónicas, hizo una «limpieza» de micrófonos en el Banco Anglo Costarricense, una institución del Estado en proceso de liquidación, por orden del director de la DIS. Incluso, dos magistrados y un exministro denunciaron públicamente que pudieron ser víctimas del espionaje telefónico.
En 2007, el mismo Don Mariano Figueres Olsen, cuando pertenecía dentro del Movimiento Patriótico del “No al TLC” reconoció que fue espiado, seguido y perseguido en sus movimientos por la DIS.
En 2014, la Sala Constitucional de la Suprema Corte de Costa Rica determinó que el OIJ rompió la ley cuando intervino la línea telefónica de un periodista para obtener información sobre sus fuentes.
En enero de ese año, el diario costarricense Diario Extra obtuvo un archivo de 200 hojas por parte de una fuente anónima que mostraba que la OIJ espió el teléfono del reportero Manuel Estrada sin una orden judicial.
Poco después estalla el escándalo que durante el Mundial de Brasil 2014, el portero de la Selección Nacional Keylor Navas y su familia fueron invadidos en su intimidad y sus datos anduvieron en varios despachos judiciales.
En 2017, ante pregunta de espionaje a los ciudadanos por parte de la DIS del periodista Jaime Ordoñez a un exdiretor de la DIS, éste afirmó con la cabeza y muy quedamente dijo:. «Pues sí, hay que hacer investigación, Ud, Sabe como son las cosas…».
Pero eso es inconstitucional, le dijo el reportero, el artículo 24 de la Constitución defiende la intimidad de las personas, prohíbe que la comunicaciones privadas sean escuchadas, salvo orden judicial»–. » Sí…es verdad», dijo el exdirector, un poco apenado de nuevo.
«Pero Ud. sabe como son las cosas, y como son los políticos…. Yo era nada más un operador». En fin… la lista sigue y sigue.
Aquí pido al lector que se pregunte qué pasa si el robusto aparato de choque es manejado por una persona que no tiene capacidad técnica y además si es de una corriente política al chavismo venezolano o a regímenes como el de Ortega en Nicaragua.
Pues sí, Costa Rica lo hizo el PAC con Carlos Alvarado trayendo como director de la DIS al Embajador en Nicaragua que venía bien afilado en técnicas orteguistas de control social para disolver las protestas sociales.
La influencia chavista es clara en la creación de un troll center para acceder a la información de los costarricenses, además, de hacer porras en redes sociales a favor del gobernante y perseguir a cualquier opositor con una guerra política virulenta en redes sociales.
Usted se acuerda la época del tema polarizante de uniones gay y cómo si una persona hablaba opiniones diversas aparecían decenas de perfiles falsos en redes sociales que emitían insultos y que hasta reportaban los perfiles para suspenderlos.
El anonimato fue aprovechado por el ejército de esbirros que colocaron perfiles falsos para todo tipo de ocasión, por ejemplo, de mujeres mayores para evitar que nadie les respondiera a sus insultos, además para usarlos como supuestos seguidores de un candidato o las propuestas del gobierno (de ahí vienen los muchos perfiles de países de Pakistán o de otros países lejanos que aparecen apoyando a Alvarado), etc.
Desde las redes sociales se comenzó a recolectar la información de los ciudadanos y dada la publicidad de la misma, muchas personas tienen hasta la foto de sus seres queridos y de sus rutinas a disposición de los esbirros.
En 2020, estalla el escándalo de UPAD y cómo la información de los ciudadanos en las instituciones estaba siendo usada por una oficina desde Casa Presidencial y en febrero hubo un histórico en Zapote.
Después, hay abundante material del mayor escándalo de corrupción de ese gobierno, inclusive afectando a la misma Defensora de los Habitantes quien encabezó la denuncia del caso.
Luego, siguieron otros eventos tales como la de una fundación encargada de recolectar información de organizaciones sociales y ambientales.
Ni hablar de la persecución policial durante los años de protestas de la administración Alvarado y el estado de emergencia desde marzo 2020 restringiendo las libertades individuales y la cereza en el pastel ocurrió en noviembre de 2021 cuando casi 70 mil niños de quinto grado de escuela y sus familias sufrieron la más grosera invasión a su intimidad cuando les aplicaron un cuestionario FARO con preguntas de índole personal y con el fin espurio de captar información privada de los hogares costarricenses.
Costa Rica actual
Poco antes de que Alvarado abandonara el poder un grupo denominado CONTI realizó ciberataques en contra de Hacienda, la CCSS y otras instituciones y luego chantajeó para devolver la información y no publicarla.
En medio de la crisis asumió el gobierno de Rodrigo Chaves e indicó la presencia de filibusteros y de infiltrados que están siendo parte de CONTI. Hay una obviedad que en este asunto tienen que ver personas con mucha información privilegiada y que hay un riesgo enorme a la Seguridad Nacional.
Aquí se da la designación del Ministro de Seguridad actual del director de la DIS en la parte final del gobierno Alvarado, hombre de carrera de la DIS, y en la DIS se lleva al anterior subdirector, haciendo el juego 1-2.
Por otro lado, el Sr. Presidente Chaves lanza una fuerte toma de decisiones en procura de poner a caminar al país.
En ese contexto, ha tenido un fuerte choque con lo que él denomina la “prensa canalla” y grupos de poder que se sienten agraviados como en 1842, 1859 y 1917.
En este punto, el Presidente toma decisiones populares pero personales y sobretodo patriotas.
En ese sentido, causa preocupación la falta de colaboración, según sus propias palabras, de los mandos medios y que eventualmente las transformaciones con puño fuerte al estilo de Braulio Carrillo, Juan Rafael Mora Porras y de Alfredo González Flores no acontezcan. El principal problema es la corrupción y en palabras del Ministro de Seguridad está en los tres poderes de la República. Aquí es donde saltan varias preocupaciones válidas:
- ¿El actual jerarca de Seguridad puede considerarse un luchador contra la corrupción y un patriota y que resultados él arrojó a nivel personal desde su privilegiada posición de director de la DIS?;
- ¿Cómo es posible que quienes perseguían a los líderes sociales y al pueblo durante las protestas ciudadanas puedan presentarse como patriotas?
- ¿Qué hicieron los comandos de la DIS para evitar el saqueo del oro de Crucitas o sólo fueron usados para allanamientos y operaciones contra costarricenses?
- ¿Cuál es la efectividad de la DIS ante el narcotráfico y el crimen organizado si cada día está peor la situación?
- ¿Si estamos hablando de funcionarios de carrera de la DIS, acaso esa institución no sabía de la UPAD, de las pruebas FARO y de otros escándalos de corrupción como los de mascarillas en la pandemia y donde quedó su deber público de denunciar: “Todos los funcionarios de la institución tienen el deber de denunciar, todos los presuntos actos de corrupción que se produzcan en el ejercicio de la función pública institucional, que sean de su conocimiento, ya sea de forma directa o indirectamente”. Incluso el art. 281 del Código Procesal Penal impone la obligación de denunciar “tendrán obligación de denunciar los delitos perseguibles de oficio: “a) Los funcionarios o empleados públicos que los conozcan en el ejercicio de sus funciones… c) Las personas que por disposición de la ley, de la autoridad o por un acto jurídico tengan a su cargo el manejo, la administración, el cuidado o control de bienes o intereses de una institución, entidad o persona, respecto de delitos cometidos en su perjuicio o en perjuicio de la masa o patrimonio puesto bajo su cargo o control y siempre que conozcan el hecho con motivo del ejercicio de sus funciones”?
- Para el caso concreto, al ser funcionarios de la DIS nacidos y formados durante los gobiernos del PLN, PUSC y PAC y que se han relacionado y llevado muy bien con las castas poderosas del país se les puede pedir una vocación democrática y de lucha contra la corrupción y sobretodo una lealtad inquebrantable a la Patria y al Presidente.
Y es que la historia no falla y eso es muy preocupante… puede considerarse la novela del Caballo de Troya (amigos de la Presidencia de la República) o parte de una imposición al Presidente de grupos poderosos con comandos a disposición.
Veamos cómo en Venezuela, los militares y las fuerzas de seguridad son muchos de los gobernadores de los estados y además jerarcas de las instituciones públicas como controladores de las armas. Ni hablar en Nicaragua.
Además, qué pasaría si los negocios como el narcotráfico, que conocemos su nivel de infiltración en Costa Rica van en paralelo y debido a eso hoy tenemos el deshonroso primer lugar a nivel mundial de envío de cocaína.
El Sr. Presidente tiene toda potestad de escoger a su gabinete y a su equipo de confianza, lo respetamos, pero es nuestra obligación como Patriota de verdad de hueso colorado advertirle y que sea Dios quien le ilumine en sus decisiones.
Opinión: Fuente Protegida.
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