Médicos temieron alzar la voz desde 2021

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No me atrevo a hablar, no me puedo dar el lujo de ser despedida”

Tal es el caso de la doctora T., quien expresó que, si bien considera que muchas de las directrices que siguieron los médicos en los hospitales desde el 2021 son cuestionables, y que a ella le gustaría poder discutirlo abiertamente en su lugar laboral, no se atreve a alzar la voz por miedo a sufrir represalias.

“Sería echarme a todo mundo encima”-expresó-, “no puedo darme el lujo de ser despedida”.

Ella, lo mismo que otras médicos, es madre, paga alquiler y debe mantener a su familia. Sin duda, las responsabilidades económicas pesan a la hora de realizar su labor. ¿Por qué? Porque como médico tiene criterio profesional, que no necesariamente está acorde con el status quo del hospital donde labora. Sin embargo, debe permanecer callada pese a que no está de acuerdo.

En momentos de crisis sanitaria, es cuando debería haber más intercambio de ideas. Sobre todo, cuando existen criterios médicos diversos dentro de los centros de salud, basados en evidencia. Si bien se necesita un orden para hacer las cosas en tiempos adversos, papel que las autoridades deben llevar a cabo, dicho orden no puede ignorar las reglas de la ciencia y la técnica, en cuanto a los actos que decidan llevar a cabo dichas autoridades, no pueden determinarse ignorando los criterios de otros colegas que tienen el conocimiento para cuestionar lo que les parece que debe analizarse.

“Ya vi a compañeras y compañeros sufrir consecuencias por hablar”, indicó. “Sé que puedo tener dificultades en mi trabajo”.

Los médicos también han sufrido violencia en tiempos de crisis sanitaria, no podemos dejar eso de lado. Conforme se habla con más y más médicos, hay más personas que reconocen haber guardado silencio, por temor a sufrir consecuencias negativas por parte de sus propios colegas o jefes.

Si bien hemos visibilizado la violencia que han sufrido los pacientes con efectos adversos por la “vacunación” contra covid-19 en los últimos años, también ha habido personal médico que ha sido violentado, coaccionado a guardar silencio, a no emitir su criterio profesional, pese a tenerlo.

¿De qué sirve que haya personas con conocimiento si deben guardar silencio? ¿Por qué una doctora debería guardar silencio si es especialista en su campo profesional, si lee estudios científicos aprobados por pares, si tiene más de 20 años de practicar su arte médico?

Si bien en un principio pudo haber mucha confusión en el mundo, ante la alerta sanitaria, nada justifica que el día de hoy, 5 de noviembre de 2022, todavía haya personal de salud con temor a hablar.

Opinión de: Mila Argueta, paralegal.

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