Compartimos una de tantos comentarios que circulan en redes sociales de frustración e indignación:
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Les aseguro -como papá de Kendall, ,quien fue ayer sometido sin nuestro consentimiento a esos vejámenes antipedagógicos- que esto no se queda así.
El lunes a primera hora estaré presentando sendos escritos ante la Defensoria, Sala Constitucional, e incluso nuestros diputados, para que esto no quede impune ni se repita, JAMÁS!!!
La ministra, asesores, mandos medios y cuanto consultor del gobierno PAC (+PLN/PUSC) QUE pagaron para la «prueba» de espionaje, son los responsables, junto con su jefe máximo, el exiguo y vergonzoso presidente al que sugerí renunciar hace dos años y hoy TODOS, urbi et urbi, entienden finalmente por qué.
¿O cómo más se le puede llamar a una tal prueba FARO que ayer cerró con 600 preguntas (sí, 600!!!) a niños de 11 añitos que terminaron en 3, 4 y 5 horas (otros no pudieron terminarla y en escuelas medianamente responsables al menos suspendieron después de 4 o 5 horas con niños llorando y con cuadros de ansiedad severos), entre las cuales interrogaban a los menores sobre el tipo de trabajo de los padres, incluso si trabajan o no, si los padres son responsables, el tipo de techo de sus casas, si tienen vehículo, casa propia, cuántos hermanos.
Todo eso, sin consentimiento. Harteramente y a hurtadillas.
Además, minaron la confianza – ya no digamos en un gobierno ABSOLUTAMENTE DESLEGITIMADO, sino en los docentes y las escuelas en quienes depositabamos nuestra confianza para defender a nuestros niños durante su diaria estancia. Jamás debieron permitir una prueba así. La rebeldía colectiva se imponía ante semejante extremo.
O se olvidaron todos en este país del INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR, constitucionalmente garantizado?
O creyeron que todos los papás y mamás somos un rebaño de ovejitas mansas y no quedamos tatas replantados que llevaremos esto hasta las últimas consecuencias JURÍDICAS Y POLÍTICAS?
Esto no se queda así.
A mis hijos los defiendo yo. Y si tengo que echarme al hombro también a los de los demás, así no me apoyen por falta de valentía o pendejera, o puro calculo, pues también y con gusto.
Nuestra infancia es sagrada. ¡Sépanlo Carlos y Guiselle!
Con este abuso si cruzaron la línea roja.
¡Jamás debieron!
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