Mi vida tras la inyección no ha sido la misma: voy a denunciar porque esto no es justo.

Era un proveedor en su familia, chofer de bus, caminaba, no sentía dolor. De un día para otro, su vida cambió radicalmente y hoy vive con dolor. Espera justicia.

Con dolor y tomando medicamentos a todas horas, decenas de medicamentos, sin poder dormir, recoge fuerzas desde donde no las hay para seguir adelante.

¿Qué significa dormir toda la noche de corrido? Él ya no lo sabe. ¿Qué se siente caminar sin dolor? Para él ya eso es pasado. ¿Qué se siente vivir una vida sin ir al médico? Ya no lo recuerda. ¿Qué tal vivir un día sin estar inflamado? No tiene idea. ¿Trabajar? Imposible.

Desde que fue “vacunado” contra el covid-19 su vida cambió. La nota del EDUS dice claramente: “LO MÁS PROBABLE ES QUE SU NEUROPATÍA ESTÉ ASOCIADA A EFECTO SECUNDARIO DE LA VACUNACIÓN”. Además, también indica la hoja del Resumen de consulta externa: “PACIENTE SE APLICÓ PRIMER DOSIS DE VACUNA CONTRA EL COVID EN MAYO DE 2021. QUE ASOCIÓ INMEDIATAMENTE A DOLOR DE CUERPO Y CEFALEA”.

Este hombre está en proceso de denunciar su caso penalmente. Sus asesoras legales explican que: “Personas sanas han experimentado un giro radical en sus vidas. Solo quien lo vive tiene idea de lo que se siente no ser el mismo, que cada día gire en torno a la enfermedad y no a vivir la vida”.

Si bien una denuncia penal es parte de las acciones que este paciente va a realizar, absolutamente nadie va a ser capaz de compensar el dolor familiar, personal, emocional, psicológico y el coste de vivir enfermo todos los días.

“Como este paciente hay muchos más. Lo más doloroso es que ante el silencio de las autoridades personas sufren en silencio, sin ni siquiera saber que sufren efectos adversos por causa de la “vacuna”, eso es lamentable”, indican sus asesoras. También agregan que: “No podemos dejar de señalar que pacientes que logran tener una pensión de la CCSS por enfermedad resulta ser sumamente baja, lo que limita la libertad económica de los pacientes, quienes antes podían ganar más dinero. En resumen, ahora son más pobres y esto es un problema que debe discutirse”.

Denunciar penalmente es una forma de visibilizar la violencia sufrida por pacientes que sufren efectos adversos tras la “vacunación”. Mas, insistimos, nunca nadie va a compensar el robo de la salud, el bienestar, la capacidad de sentirse plenos que quizás nunca más regrese a estos pacientes que, como último recurso, claman por ser oídos, esta vez, en tribunales.

Opinión de: Mila Argueta Románova, paralegal.

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