El Ministerio de Seguridad Pública, en conjunto con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y autoridades estadounidenses, le propinaron un nuevo golpe al crimen organizado internacional, tras capturar un barco pesquero con aproximadamente 640 kilos de cocaína en aguas del Pacífico sur.
Según lo informado por el comisario Martín Arias, Viceministro de Seguridad Pública y director del Servicio Nacional de Guardacostas, desde el lunes 19 de setiembre el Servicio Nacional de Guardacostas y el OIJ recibieron información por parte de autoridades internacionales, las cuales indicaban que, en apariencia, una embarcación pesquera estaba efectuando actividades sospechosas en altamar.
Fue entonces cuando una fragata patrullera de los Estados Unidos logró llegar hasta el punto en donde navegaba dicha nave, la cual se ubicaba a 169 millas náuticas (unos 313 kilómetros) de Golfito, Pacífico sur, provincia de Puntarenas.
Se trata de un barco de pesca artesanal de nombre Mujer Gitana, de bandera costarricense y matrícula de Quepos PQ-1407, el cual fue abordado por las autoridades de Estados Unidos, quienes detectaron ciertas actividades sospechosas a bordo, por lo que consideraron que el pesquero debía ser revisado en detalle en puerto.
Es por ello que oficiales del Grupo de Operativos Especiales (GOPES) del Guardacostas zarpó en una embarcación interceptora para toparse con la fragata y continuar con la custodia del barco sospechoso hasta el muelle INCOP en Golfito.
Sin embargo, fue hasta las 6:50 de la mañana del miércoles, después de más de ocho horas de viaje, que ambas embarcaciones atracaron en Golfito, por lo que una vez en el muelle, los oficiales del OIJ y del Servicio Nacional de Guardacostas empezaron con la revisión a detalle de la embarcación de pesca.
Las autoridades descubrieron un compartimento oculto en la embarcación Mujer Gitana, dentro del cual encontraron 640 paquetes de aparente cocaína.
Dicho compartimiento estaba asegurado bajo un sistema de puerta hidráulica, lo cual es totalmente novedoso para las autoridades, ya que si bien en ocasiones las embarcaciones son modificadas, por lo general esas modificaciones son visibles.
Sus tripulantes fueron identificados como cuatro costarricenses, quienes responden a los apellidos Ortiz Jiménez (capitán del barco), Guerra Venegas, Espinoza Muñoz y Pérez Arias, además de dos ecuatorianos de apellidos Mero Castro y González Arcentales, además de un colombiano de apellidado Grueso Quintero.
Cabe indicar que los extranjeros no cuentan con registro, ni ingreso legal a territorio costarricense.
Tanto ellos como los costarricenses quedaron a disposición de las autoridades judiciales de Golfito y podrían ser procesados por el presunto delito de tráfico internacional de drogas.