Celebraciones en torno al Día de la Madre propicia paseos a diferentes zonas del país.
Si se está de paseo, no hay razón para abusar de la velocidad, se debe tomar con calma.
Monotonía al conducir por muchas horas, ininterrumpidamente, es peligroso.
Entre enero y julio, 132 personas perdieron la vida en carretera, por exceso de velocidad, lo que la convierte en la principal causa de muerte en carretera.
A las puertas de un fin de semana largo, en torno a la celebración del Día de la Madre, entonces, las autoridades de la Policía de Tránsito hacen un llamado para que, en el afán de llegar al destino vacacional o para regresar a casa, luego de hacer turismo, no se abuse de la velocidad y se disfrute tanto del destino como del desplazamiento, del camino, siempre comprendiendo que el conductor debe estar enfocado en conducir y no distraerse en otras cosas.
Felipe Venegas Vargas, Jefe de Operaciones Policiales de la Policía de Tránsito, quiso enfatizar en ese punto, “vivimos en una constante prisa, para ir al trabajo, para llevar a los hijos a la escuela, para ir al supermercado; entonces, si vamos a salir de paseo este fin de semana largo, cambiemos nuestra dinámica, disfrutemos de esos días bajando las revoluciones, disfrutemos del paisaje, del recorrido, no
solo de la playa o de la montaña para la que vamos; eso implica no abusar de la velocidad, hacer paradas, tomarse un café, pasar a ver cocodrilos al Tárcoles, subir al punto más alto del Cerro de la Muerte, que no toma ni 10 minutos desde la carretera, pasar por un buen pinto a Guápiles, es decir, con calma, relajados”.
Por otro lado, Venegas quiso recalcar la necesidad de no solo no abusar de la
velocidad en los desplazamientos, sino en hacerlo pausadamente, para no correr el riesgo de entrar en una monotonía al conducir, que nos haga “conducir en automático”, disminuyendo considerablemente la capacidad de reacción y atención en carretera.
Según los expertos el fenómeno se conoce como hipnosis vial, y es cuando conducimos por muchas horas y vamos automatizando nuestra labor de conducir y perdemos capacidad de atención, pese a que creemos que tenemos el control, pero, según los estudios, esa monotonía reduce la comunicación entre diferentes partes del cerebro y dejamos de estar realmente alertas.
Así, Venegas recomienda no conducir por más de 2 o 3 horas consecutivas, sin tomarse descansos de varios minutos, estacionando el carro, pasando a comerse algo, caminar, estirar las piernas, visitar un lugar.
Llevar un copiloto que nos hable, que esté alerta a signos de cansancio es vital, para mantener la atención realmente; caso contrario, se va cayendo en un sopor, sin que nos demos cuenta. Hablar, no fijar la mirada en solo punto de la carretera, estar atento a los estímulos del camino, como ver animales y hablar al respecto, opinar de aquella cabaña bonita que se ve a lo lejos, admirar los árboles o el río
que se ve a la distancia activa el cerebro, nos mantiene alertas, detalló, pero nunca descuidando la conducción por “estar viendo cosas”, como ya lo advirtió.
No sobrecargar el vehículo ni de personas ni de equipaje, si lleva algo en el techo, amarrarlo bien y recordar que todos en el vehículo deben ir sujetos con cinturón o dispositivo para menores, según el caso, son otras acotaciones de las autoridades.
Si deben usar el celular para llegar al destino, mediante el uso de aplicaciones que nos guían, deben ser utilizadas por otra persona que no sea el conductor, o que el conductor lo active antes de iniciar el camino, no mientras conduce.