La pandemia trajo consigo mayor pobreza y desempleo. Para el 2021 la pobreza alcanzó el 23%, el desempleo 16% y los salarios cayeron por los suelos.
El Gobierno ha mantenido los privilegios a los grandes empresarios y viene recortando derechos laborales, todo para cumplir con el pago de la deuda pública, los tratados de libre comercio y los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La catástrofe capitalista ya venía desde antes y para alcanzar condiciones de vida dignas necesitamos que sea la clase trabajadora la que gobierne.
Nuestras principales propuestas
- Por un aumento salarial de emergencia del 13,8% para todas las personas trabajadoras: que permita solventar la pérdida del valor adquisitivo del salario y recuperar el terreno que ha perdido en el último año.
- Por una nueva jornada laboral de 40 horas semanales sin reducción de salario: que permita la creación de nuevos empleos. Con esta medida se crearía 1 nuevo empleo por cada 5 trabajadores actuales, es decir un aumento del 20%.
- Prohibición de despidos por voluntad del patrono: para que ningún patrono mande a las familias trabajadoras a la miseria por el mero deseo de mantener sus jugosas ganancias.
- Universalización de los servicios estatales de cuido: para acabar con la recarga de las labores de cuido sobre las mujeres y que estas puedan trabajar y contar con independencia económica, debemos universalizar los servicios estatales de cuido, para quea la niñez y a las personas adultas mayores se les garantice el acceso a servicios de cuido gratuitos y de calidad.
- Por el derecho a la tierra y la vivienda: Porun plan nacional de vivienda, que garantice un hogar digno para la clase trabajadora. Expropiación de la tierra cultivable en manos de las grandes transnacionales y de las tierras ociosas, para que estas sean repartidas a los pequeños y medianos campesinos para que las trabajen.
Para alcanzar esto necesitamos un modelo socialista, pero no nos referimos al modelo de las dictaduras en Cuba, Nicaragua o Venezuela que no tienen nada que ver con el socialismo, sino a un verdadero cambio en beneficio de la clase trabajadora, que destruya el modelo capitalista y construya el socialismo con democracia obrera. Para ello necesitamos de:
- Expropiación de las principales empresas. La única forma de garantizar que la riqueza que se produce en el país se invierta en las necesidades del pueblo y no en los bolsillos de unos cuantos multimillonarios, es que las principales empresas sean expropiadas y dirigidas por los propios trabajadores.
- Suspensión inmediata del pago y auditoría de la Deuda Pública: Es necesario que las organizaciones sindicales y populares realicen una auditoría de la deuda y definan sus tramos ilegales para determinar cuánto corresponde a acreedores privados y a negocios corruptos.
- Ruptura con el imperialismo y las políticas de los organismos financieros internacionales: Estamos por la derogatoria de los tratados de libre comercio y el desmonte de todas las leyes que le dan estatus de colonia a nuestro país, así como por la ruptura de los acuerdos con el FMI. Luchamos por la integración Centroamericana bajo el control de los trabajadores.
Mientras en estas elecciones discutimos por quién votar, los grandes empresarios siguen concentrando el poder en sus manos a través de los partidos que los representan y utilizando la Asamblea Legislativa para diseñar leyes en su propio beneficio. Este proceso electoral es una farsa, no existen diferencias reales entre los partidos de la burguesía, todos están alineados a seguir cargando la crisis sobre nuestros hombros.
Frente a esto, el PT tiene otra salida: hacemos un llamado a la rebelión y a la unidad de la clase trabajadora para conquistar el poder político. Para eso es necesario unir las luchas de trabajadoras y trabajadores del sector público y privado, nacionales y migrantes, mujeres, jóvenes, población sexualmente diversa y demás sectores oprimidos.
Necesitamos construir un Gobierno con nuestras propias organizaciones, que permita la participación directa de los trabajadores en la toma de decisiones y no delegarlo a unos cuantos diputados que solo defienden a los grandes empresarios.
Para esto necesitamos a la gran mayoría de la clase trabajadora que hoy no tiene posibilidades de organizarse. Es urgente luchar en el sector privado contra la dictadura de la patronal y conquistar el derecho a la sindicalización y luchar porque los trabajadores migrantes, especialmente nicaragüenses, tengan los mismos derechos que los costarricenses.
Fuente: Prensa PT.
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