Al margen de toda legislación tributaria y normas que regulan el transporte de sustancias peligrosas, dos presuntos contrabandistas de combustible han sido detenidos por la Policía de Fronteras en lo que va de este mes.
El más reciente golpe al contrabando de combustible tuvo lugar la tarde del pasado lunes, en Pueblo Nuevo de Golfito, propiamente en el cruce de La Campiña y Conte durante un control de carreteras efectuado por la Policía de Fronteras, la Fuerza Pública y la Policía de Migración.
En ese lugar las autoridades interceptaron un vehículo procedente de Paso Canoas, Corredores, frontera con Panamá, el cual era conducido por un costarricense de apellido Miranda, quien llevaba en el cajón del vehículo dos estañones que contenían unos 200 litros de gasolina cada uno.
El conductor no contaba con ninguna documentación que probara el debido pago de impuestos de la gasolina tras ser adquirida en Panamá, además de que tampoco poseía autorización para el transporte de materiales peligrosos.
De inmediato la Policía de Fronteras coordinó con la Fiscalía de Golfito y con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a efectos de proceder al decomiso del combustible, así como para realizar las debidas diligencias judiciales contra el conductor ante la mencionada fiscalía.
Conductor intentó escapar con 650 litros de gasolina.
El pasado domingo 12 de junio se había dado un caso similar, cuando en la salida de la calle de La Gamba, siempre en el cantón de Golfito, los oficiales fronterizos realizaban otro control de carreteras, ya que esa ruta es de las más utilizadas para traficar todo tipo de mercancías ilegales.
Ese día, la Policía de Fronteras interceptó un vehículo que venía saliendo de La Gamba hacia la Carretera Interamericana Sur, por lo que de inmediato procedieron a revisarlo, pero el conductor trató de evadir el retén policial para que su vehículo no fuera inspeccionado.
Luego de que fuera obligado a parar, el conductor fue identificado como un costarricense de apellido Mora, quien transportaba ocho pichingas y un estañón en el cajón del vehículo, por lo que, tras solicitar la dirección funcional de la Fiscalía de Golfito, se procedió a decomisar dichos recipientes.
Ello debido a que, al igual que en el caso anterior, el conductor no contaba con ningún tipo de permiso para transportar combustible, así como tampoco facturas que demostraran el debido pago de tributos tras adquirir dicha mercancía en territorio panameño.
Tras realizar las diligencias correspondientes, se logró determinar que el citado cargamento consistía en 650 litros de gasolina.
La Policía de Fronteras reitera su compromiso con la lucha contra todo tipo de contrabando de mercancías, tanto en la frontera norte como la sur, pues en casos como estos, además de la evidente violación a la legislación tributaria, el transporte de este tipo de productos pone en riesgo la seguridad de las demás personas que transitan por las rutas en las que este combustible es transportado sin contar con las medidas de seguridad requeridas.
Adjuntamos fotografías y enlace con video y declaraciones del inspector Bryan Barrantes del puesto de la Policía de Fronteras de Kilómetro 35, Golfito.