Estamos frente a una oportunidad de oro, afirma el presidente de RECOPE, Dr. Alejandro Muñoz Villalobos para decidir sobre cuál tendría que ser el modelo energético deseable para Costa Rica. Por eso lanza el reto al país, dejar de suponer cosas acerca de RECOPE o de continuar alimentando prejuicios, cuando lo que se requiere es plantear soluciones de cara al cambio climático.
Detractores de la empresa utilizan diferentes frases, epítetos e insultos para referirse a esta estratégica y valiosa empresa del Estado, sin considerar, que las empresas no son paredes sino personas. También pululan las propuestas de cerrar RECOPE y entregar la infraestructura al mejor postor, postergando el cambio y apostando inútilmente que cualquier modelo de apertura del monopolio traerá consigo una importante rebaja en los precios, sin presentar estudio alguno que lo demuestre, solo demostrando el nivel de desconocimiento sobre el tema.
Nos apropiamos de la frase “No queremos más RECOPE” y en un sentido positivo lo afirmamos, para dar paso a la discusión necesaria que seriamente debe darse en el país sobre una nueva visión. Aquella que, proponga trascender la era de los hidrocarburos en el transporte en general y procesos industriales. Aquella que integre una política nacional para desarrollar una matriz energética limpia, que promueva una economía resiliente, con la participación de las empresas públicas y privadas del sector energía y el ente rector que es el MINAE.
Desde agosto de 2018 se entregó al Presidente de la República, un proyecto de ley, donde se plantea el cambio de RECOPE a ECOENA, en abril de 2019 el proyecto entra en la Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa. Allí ha avanzado muy poco, se actualizó el año anterior con la aprobación de un texto sustitutivo, que incluyera mejoras de conformidad con la nueva legislación atinente. Pero el proyecto aún no ha sido convocado a pesar de la importancia del tema.
Para el Dr. Muñoz, gestor de esta iniciativa, el país ya optó por no refinar más, optó también por prohibir la exploración y explotación de petróleo y optó por cuidar la naturaleza, ser humano incluido. Señala en esa lógica, que aunque existen grupos que aun proponen la explotación petrolera o la introducción del gas natural, el mundo avanza en otro sentido, porque se busca más bien evolucionar hacia las energías limpias y renovables.
Por lo tanto opina que cerrar la empresa no es una solución, sino que lo que procede es transformarla; “RECOPE transformado en ECOENA podría generar oportunidades para PYMES y grandes empresas, igualmente para cooperativas y otros sectores de la economía social y solidaria”.
“Son muchos los que ya están trabajando en promocionar e incursionar en otras alternativas como el hidrógeno, los combustibles verdes como el Green Jet y Green Diésel, combustibles sintéticos, el biogás como producto de la aplicación del plasma, por ejemplo. En RECOPE hemos realizado estudios, que demuestran la viabilidad de una matriz energética en la que para el transporte público y privado, utilizando por los próximos 20 años, una combinación de alternativas en combustibles de bajas emisiones y de cero emisiones como la movilidad eléctrica y de hidrógeno, Costa Rica podría eliminar un 20.1% de los gases de efecto invernadero”, explica el jerarca.
Concluye que “este proyecto para convertir RECOPE en ECOENA constituye una base seria para iniciar la discusión, que esperamos se ponga sobre la mesa, para lograr trascender la era fósil y dar oportunidad a una mejor salud pública, calidad ambiental y a la dinamización de la economía”.
