Saber quién paga la fiesta es una buena forma de conocer las intenciones del evento, pero en temas de Derechos Humanos vemos escasos los recursos para promover campañas en pro de la salud, el ambiente ecológicamente equilibrado, la calidad de vida, la participación ciudadana, entre otros.
Caso contrario nos preocupa ver cómo se han venido impulsando por lobbies ideologías particulares, tomando como discurso y bandera a la comunidad LGTB+, el aborto, y temas contra la libertad de religión, manipulando esos discursos para sus propios intereses y atrayendo a personas que no tienen idea de que están siendo usadas.
Esa inversión económica, en cambio, no se ve en temas tales como llevar agua a comunidades afectadas, tampoco en temas de lucha contra el cáncer de mama o de cuello de útero, ni para mejorar la educación y condición de las mujeres jefas de hogar, ni para desarrollar una justicia restaurativa con oportunidad laboral y reinserción de privados de libertad a la vida en sociedad.
Por eso, conocer quién paga la fiesta nos podría revelar que quienes pagan proyectos como el de legalizar la marihuana están financiados por el narcotráfico, o quienes quieren instaurar el horario 4×3 sin importarles el síndrome de burnout son los grandes empresarios y demás interesados. Podemos seguir así por diferentes temas, como la sexualización de la infancia o el uso del lenguaje inclusivo (que se parece más bien a la Torre de Babel) y que tenía como objetivo dividir a la población (polarizarla).
Miles de personas se mueven por Costa Rica sin invertir tiempo en conocer los lenguajes indígenas, o el lenguaje lesco para comunicarse con la comunidad sordo muda, o producir material en braille para la población no vidente, entre otros recursos que incluyan a estas personas en la sociedad de manera oportuna. Existe una deuda histórica con esas personas.
Parece que quienes impulsan estas ideologías y divisiones sociales tienen otros intereses que pueden dar pie a la pedofilia, entre otros horrores que afectan la esfera de los derechos humanos, pues la corrupción ha sido ligada mundialmente a delitos deplorables.
¿Recuerdan lo que dijo la ex presidente del BCR, la Sra. Paulina Mora? Que desde ese banco se lava dinero para pagar campañas políticas, para poner presidentes y diputados.
Audios de la entrevista de la Sra. Paulina Mora por Randall Rivera de Monumental Nota del 11 de agosto 2020.
Es a través del lavado de dinero que muchos políticos se pueden ver beneficiados a la hora de apoyar y aprobar leyes en contra del pueblo de Costa Rica, gracias a este entramado corrupto.
Por ejemplo, conocemos los intereses turbios de las farmacéuticas, que brillaron en los recientes años con la «inyección», por lo que en el contexto actual, comercialmente se puede estar impulsando el consumo, por ejemplo, de medicamentos para «cambio de sexo», para las depresiones, todo lo que pueda recetarse y venderse a mayor cantidad de gente, trayendo consecuencias nefastas a la salud de los habitantes.
Ya ha sucedido en otras latitudes historias de horror, por ejemplo en los casos de niños que han sido sometidos a terapias para detener sus hormonas de pubertad, bajo el amparo del supuesto cambio de sexo, generando a mediano y largo plazo daños irreversibles en la salud física, psicológica y emocional.
¿Qué con los casos de mujeres que fueron obligadas a participar con otros hombres biológicos (trans) en los espacios de deporte de las mujeres? ¿Qué con los casos en que a la mujeres se les dice personas menstruantes y no mujeres? ¿Por qué se promueve el borrado de las mujeres? ¿Por qué se borra su biología: hembras humanas y, además, sujetos políticos como identidad histórica, o sea, mujeres?.
En definitiva, hace falta un observatorio ciudadano que pueda evidenciar y frenar los abusos de los funcionarios públicos que atentan contra nuestro sistema democrático, la sana crítica y la ciencia. El pueblo definitivamente debe participar en el desarrollo cultural, económico, social, vital, del país.
¿Han sido estas ideologías de chequera las que han eliminado el debate público en Costa Rica? Son esas mismas ideologías las que han violentando las reglas de la ciencia y la técnicas, así como los principios de razonabilidad y proporcionalidad, obligando a gran parte de los habitantes a inocularse una sustancia experimental, ignorando además el Código de Nuremberg, junto con el consentimiento informado y normativa de Derechos Humanos que se refería a estos temas. ¿Por qué la Sala Constitucional no actuó realizando el respectivo control de convencionalidad?.
Si los funcionarios públicos no deben ir mas allá de lo que la ley les permite y deben aplicar interpretación convencional los jueces de la República (incluidos los magistrados): ¿Qué pasó con los contrapesos de este país? Y, ¿en dónde estaba la Academia que simplemente no cuestionó lo que el discurso oficial dictaba?
¿Será que la cultura de las ideologías de chequera ha desactivado los contrapesos de nuestra democracia casi del todo?
De ser así, y parece muy probable, estamos bajo una ruptura del orden constitucional.
¿O no?
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