La morgue del hospital San Juan de Dios fue remodelada para alcanzar altos grados de bioseguridad requeridos para realizar autopsias a quienes fallecieron con enfermedades infectocontagiosas como la covid-19 o meningitis bacteriana, por lo que cualquier intervención en ellos sería considerada un riesgo para la salud pública.
La sala de disección quedó habilitada con mayor equipamiento y espacio más amplio para la manipulación en tres mesas de trabajo simultáneas, con paredes y pisos con materiales antibacterianos, aires filtrados y el procedimiento preventivo de los desechos líquidos sobrantes antes de ser descartados.
De acuerdo con la directora Dra. María Eugenia Villalta Bonilla “nos sentimos sumamente orgullosos de anunciar la primera sala de autopsias del país acondicionada para procedimientos con alto riesgo bioinfeccioso y ofrecer servicios hospitalarios con los altos estándares de calidad y seguridad”.
El gerente general Dr. Roberto Cervantes Barrantes coincidió en entusiasmo cuando hizo un recorrido de inspección de las obras este miércoles y celebró el acabado de la remodelación de la morgue, cuyo trabajo es vital para establecer el análisis de las causas de muerte en casos necesarios y porque es un espacio importantísimo para la investigación de causas de muerte y la docencia.
Por su parte el jefe del Servicio de Patología Dr. Ernesto Jiménez Montero señaló que la sala se remodeló con la más reciente tecnología para garantizar la seguridad, durante pandemia, haciendo un gran esfuerzo de la organización del trabajo, de tal manera que el servicio siempre siguió recibiendo cuerpos mientras avanzaban las obras.
En palabras simples las nuevas obras hacen un sello para evitar la fuga de material infeccioso de patología, separando por un lado lo que entra contaminado y por otro lo que sale libre de contaminación, aunado a la capacidad de la desinfección de la sala con tecnología ultravioleta.
Para el doctor Jiménez la importancia de una morgue es la capacidad de hacer autopsias en casos de sospecha de riesgo biológico, como un paciente que fallece con covid activo.
Esto es importante porque el mayor riesgo de las autopsias covid es la posible inhalación de aerosoles, ya que el virus se mantiene activo en células muertas hasta 24 horas en función de la carga viral del paciente.
La sala también aporta seguridad cuando se realiza una autopsia sin que haya una sospecha previa de paciente bajo contagio activo, esto porque esa conclusión puede resultar en alguna autopsia que comenzó sin esa sospecha, por lo tanto, es relevante que existan las medidas necesarias incluso cuando esa condición no se haya previsto por anticipado.
Además, el médico señala que, de lo que se encuentre en la autopsia, se pueden derivar las investigaciones forenses del caso. Y reafirma la idea de que “una autopsia va más allá de la sala de disección y continúa con el análisis en laboratorio de las muestras, con las pruebas moleculares o, con los otros exámenes necesarios para determinar la causa de la muerte.
En ese sentido, el doctor Jiménez resalta el hecho de que todas las autopsias sirven como método de enseñanza de la medicina, un aspecto importante tanto para los médicos graduados como para los médicos de pregrado, porque las autopsias tienen esa finalidad de comprobar causas de muerte o del estudio de las enfermedades que conducen a ellas y sus efectos generales en el cuerpo.
En ese sentido de entender a la morgue también como escenario de aprendizaje es necesario ver que todas las autopsias son susceptibles de investigación y docencia y sirven como un índice de la calidad de la medicina realizada.
Para explicar este concepto en un ejemplo, el doctor Jiménez explica que unos tipos de accidentes vasculares cerebrales pueden ser difíciles de diagnosticar y, al investigarse durante la autopsia, surge un conocimiento que se comparte con los médicos para comprender con mayor amplitud las enfermedades y su impacto.
Un nuevo nivel de bioseguridad.
La remodelación efectuada de esta obra de 308 metros cuadrados inició en noviembre del 2021 y tuvo un costo aproximado de 250 millones de colones.
Este monto incluye elementos centrales, como la remodelación de la sala de disección para darle el grado de bioseguridad grado 3, de cuatro posibles según los estándares internacionales, además de otros elementos complementarios que son importantes para mejorar la atención a los familiares que recogen los cuerpos.
Por ejemplo, unos familiares tienen ahora una banca donde pueden esperar sentados mientras los otros amortajan el cadáver, un procedimiento que, además, por consideraciones de los arquitectos de lo observado, se hace en una sala mayor privacidad para que los familiares procedan con la vestimenta y preparación del cuerpo.
Esa sala también fue acondicionada con sutiles elementos de calidez, como el hecho de colgar una lámpara de luz amarillo cálido en lugar de una lámpara funcional de luz blanca, considerada clara, plana y fría, apropiada en ambiente hospitalario para la revisión de los cambios en la piel de los pacientes. Estos son pequeños detalles que resultan muy importantes y que los dolientes vivan la experiencia dentro de un ambiente más sereno.
Hablando de los términos de la seguridad en la remodelación destaca el equipamiento de un sistema de inyección, extracción y filtración del aire para evacuar la contaminación con equipos especializados que se trajeron de Estados Unidos, más los cambios en los pisos, el techo y paredes con materiales antibacteriales que sí se consiguieron en el país.
Otro elemento importante fue la colocaron de tres lámparas especializadas en la emisión de luz ultravioleta como método efectivo de desinfección y esterilización para una exhaustiva limpieza con el objetivo de eliminar o reducir al máximo todos aquellos hongos, microorganismos o virus que puedan estar en el ambiente, como en el caso del coronavirus pandémico.
Además se acondicionó una ruta de descontaminación para el momento que los funcionarios ingresan a hacer autopsias. “Ahora, tanto los patólogos como los técnicos deben cumplir con ello como parte del protocolo, para una mayor seguridad hospitalaria” señaló el doctor Jiménez Montero.
Y, como el San Juan de Dios destaca por ser centro de enseñanza universitaria, se adaptó un ventanal de grandes dimensiones para que estudiantes y médicos, que requieran observar la realización de autopsias, puedan hacerlo a través de una ventana especial, la cual es completamente hermética, y mediante la cual pueden ver un monitor para ver los detalles que el patólogo registra desde una cámara especial y bajo unas nuevas lámparas que pueden direccionarse hacia el punto de atención del ejecutante de la autopsia.
Al momento de la autopsia, solo hay comunicación con el mundo exterior mediante un video comunicador, pues las ventanas o las puertas solo pueden abrirse dentro.
Además, la remodelación de la sala contempló el reacondicionamiento eléctrico y la implementación del Sistema de Detección y Supresión contra Incendios.
Esta exitosa remodelación tuvo como reto que el edificio es un inmueble patrimonial, por lo que había límites para las acciones, además de la restauración de algunos elementos de debían ser preservados. Sin duda, la obra es un ejemplo del gran trabajo para transformar un viejo espacio en uno completamente distinto con alta funcionalidad con alto nivel de bioseguridad.
Colaboró en esta información Susan Castro, periodista, HSJD
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