Pérdida de credibilidad de muchos medios de comunicación comienza a cavitar la imagen de los mismos integrantes, pero este fenómeno se da no solo en Costa Rica, sino en el mundo entero. Muchas veces por falta de valores, muchos profesionales sucumben a un interés económico ante una amenaza que afecta su ética y su moral.
Ya hemos visto cómo ciertos periodistas llegan a las manifestaciones sin distintivos, o grabando desde lejos. Muchos de esos medios “etiquetan” a la población como “terroristas, antivacunas, etc.”, pero se molestan si los llaman “prensa canalla”.
El poder económico no es malo, cuando no trata de empobrecer a la población como medio de control social, cuando no tienen prácticas monopolísticas, cuando no hay trata de personas, cuando no compran políticos para beneficiarse comercialmente sobre otras marcas, etc. Tener dinero no está mal cuando no daña la dignidad humana para obtenerlo.
Pero la realidad es otra, y se impulsa en la era Digital la idea de que “se debe confiar”, no solo en la plataformas digitales, sino en los políticos y en los medios de comunicación, aun cuando estas últimas son empresas comerciales como cualquier otra. También pueden manipular o parcializar la información de modo que beneficie a algún cliente en especial, lo que no es delito, pero si pone en duda la ética y la moral que pueden tener dichos medios.
Es fácil buscar en un navegador de internet cómo se difundió la noticia de que en Costa Rica se aprobó la inoculación obligatoria en menores, pero ahora que se ha suspendido, la cobertura no es la misma. Incluso vemos como se continúa impulsando a través de mensajes de MIEDO que un ser humano va a ser DISCRIMINADO por no tener la inoculación, y lo hacen públicamente.
Y es que así lo han anunciado algunos medios de comunicación, sin mencionar que el artículo 33 de nuestra Constitución Política establece una prohibición para hacer discriminación entre los costarricenses, más cuando el derecho de acceso a la educación la hace Gratuita y Obligatoria, por lo que todo lo que impida el libre disfrute de este derecho es un acto que induce a las personas a la manipulación social, haciendo creer que lo que pregonan que quieren hacer, aun en contra de los derechos mencionados, es correcto. Un derecho no es negociable, es una conquista histórica, no un beneficio que a unos si y a otros no.
Pero donde hay un ser humano, puede existir la posibilidad de corrupción, y la inteligencia artificial es precisamente diseñada por humanos, que pueden llegar a dejar lo que se conoce como Back Doors, o puertas traseras. Esta es la razón por lo que concentrar bases de datos se ha convertido en un impulso político que puede prestarse para el control social en caso de que llegue un déspota al poder, por lo cual la desconcentración de la información se convierte en una forma de proteger el sistema democrático costarricense.
Sin embargo, los medios de comunicación, como empresas simplemente ejercen el derecho a la libertad de prensa («y el derecho a mentir» dijo el Presidente Rodrigo Chaves), que como hemos visto puede llegar a reactivar un centro de eventos aun sin contar con las medidas sanitarias de ley, ni con la aprobación de Bomberos, pero en caso de un incidente mayor que cueste vidas humanas, pues, conversamos de nuevo.
Mas importante, es que usted como cliente de un medio de comunicación también elija dónde informarse, además de poder definir quién le viene mintiendo y engañando, induciendo a conceptos netamente personales del periodista o del director del medio, en otras palabras, información sesgada.
¿Como identificarlo? Es muy sencillo, solo observe cuando dicen cosas como “la vacuna es segura y eficaz, porque los últimos estudios” pero ¿Cuáles estudios?, ¿Quién hizo los estudios?, ¿Dónde reviso los estudios?, ¿Quién respalda los estudios?…», sólo emiten una opinión vacía, personal y sin pruebas. Ni siquiera la CNVE ha dado a las autoridades un respaldo científico que se pueda someter a un proceso de y trasparencia trasparencia, ¿desde cuando una opinión se convirtió en un método científico? pero el debate si lo es, y lo han eliminado, porque posiblemente puede salir a la luz de que hay un acto de corrupción de miles de millones detrás de dichas campañas.
Otros comunicadores, como fiel sirviente a una secta dicen: “los anti-vacunas” a quienes cuestionan, pero no tienen el conocimiento para sentarse a debatir sobre el tema, porque simplemente han perdido ese principio de investigar e ir a las fuentes confiables, por lo que dicha etiqueta no es más que hacer gala de su ignorancia, pues, si lo hicieran, si investigaran es muy posible que su argumento cambiaría y se darían cuenta que han sido manipulados como otros cientos, aclaro, porque van a salir periodistas de cristal a atacar este comentario, de modo que, no se esconda, acepto un debate público sobre el tema, con cualquier periodista y en cualquier medio, y que cada quien se haga acompañar con las personas y las pruebas que considere pertinente.
“Porque la ausencia del debate es la presencia de la corrupción”
Por eso, los medios de comunicación tradicional y alternativos, deben analizar muy bien a dichos profesionales, porque cuando los despidan de dicho medio tendrán que buscar empleo en otro medio de comunicación o en una empresa, ahí es donde uno debe tener claro que los valores y principios son fundamentales, estando por encima de cualquier título universitario o puesto que desarrolle dentro de una empresa. Ser periodista, comunicador o redactor no lo hace poseedor de la razón, sino que son sus valores su mejor carta de presentación.
En otras palabras, la prensa canalla es el contenido manipulado para obtener un resultado esperado de la opinión pública, por esta razón, nuestro medio eliminó la sección de nacionales, y los separó en la sección Pueblo y la sección Gobierno, de modo que nuestros lectores lean de ambos lados la información sin manipulación ni sesgo ideológico de ningún tipo, que cada quien lea ambos lados y saque sus propias conclusiones.
El derecho de libertad de prensa, y el de libertad de empresa, también vienen acompañados del derecho del consumidor a elegir. Es usted el que debe identificar al medio de comunicación, hacerse respetar e informarse por el que considere oportuno, incluso, usar distintos medios de comunicación para comparar la información.
Así como usted cambia de proveedor de internet, asi como usted cambia de proveedor de telefonía, tambien puede cambiar su fuente de noticias.
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