El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva que revoca las políticas de diversidad de la administración anterior y establece nuevas directrices gubernamentales basadas en el reconocimiento de solo dos géneros: masculino y femenino. La medida ordena el cierre de programas y oficinas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en agencias federales, además de restringir el uso de términos relacionados con identidades de género no binarias en documentos oficiales.
Como parte de esta directriz, varias instituciones han comenzado a eliminar referencias a la comunidad LGBTQ+ en sus plataformas y a cancelar programas de capacitación sobre equidad. Entre las primeras acciones, el Departamento de Estado ha desmantelado su Oficina de Diversidad e Inclusión y ha prohibido la exhibición de banderas del orgullo LGBTQ+ en representaciones diplomáticas.
La medida ha generado críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos, como Human Rights Campaign, que advierten sobre un retroceso en los avances logrados en materia de inclusión y protección de minorías. Mientras tanto, sectores conservadores han respaldado la orden, argumentando que busca restaurar principios tradicionales en la administración pública.
Este decreto representa un cambio significativo en las políticas de diversidad del gobierno de EE.UU. y podría influir en futuras decisiones legislativas sobre derechos de género en el país.
