En ocasiones puedo leer comentarios como ¿Usted está a favor o en contra del presidente Rodrigo Chaves?, pero creo que esa actitud infantil ya debe de irse dejando de lado, el mismo mandatario sabe que no le va a caer mal ni bien al 100% de los costarricenses, por lo que hay que vivir con ello.
Del mismo modo, nuestro medio digital no está ni a favor ni en contra del mandatario, pues somos consientes que no tenemos arraigo familiar, ni amistad, ni refrencias, ni lo conocemos de antes, por lo que no existen prejuicios, del mismo modo que con cualquiera de los ministros de su cartera.
Somos conscientes de que las redes sociales tiene un alto porcentaje de troles y que ya no refleja la opinión popular, hay muchos comentarios a favor y en contra del gobierno de turno, tampoco esto influye en nuestra percepción del presidente electo, pues hay troles a favor y en contra que bloqueamos a diario.
Lo que si me preocupa es la posición de algunos que comentan, tratando de impulsar una división entre los ciudadanos de la república de Costa Rica, mediante ideologías que por siglos han sido conocidas por segregar en vez de unir, eso no solo debería preocuparnos, debería alarmarnos.
Si una persona está a favor o en contra del mandatario, o de la vacunación, o a favor de ideologías de género, o del uso recreativo de la marihuana, todos sin distingo de ningún tipo, nos veremos afectados con la penetración de la corrupción en los poderes de la República, siendo un punto que estamos dejando de lado.
No podemos ser ciegos a creer que alguien es bueno o malo por algunas acciones, lo que debemos valorar a la persona por sus acciones, pues las verdaderas intenciones nunca las conoceremos, y de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, “dice el dicho”, como dijo el ex mandatario, todo se ha hecho de buena fe.
Por eso, necesitamos dejar el fanatismo, y centrar la mirada en cuidar los derechos constitucionales, los derechos humanos y los recursos económicos, sin descuidar los recursos naturales.
Necesitamos entender también que muchos troles no están siquiera en el territorio nacional, que muchos perfiles con caras de animales, o de animé, son pagados para generar campañas para afectar positiva o negativamente a una figura pública, esto es más que conocido mundialmente.
Por esta razón debemos unirnos, sin distingo de color político, religión, color de piel, o cualquier otra creencia que nos divida, es justo lo que los grupos corruptos necesitan.
No es tiempo de fanatismos, es tiempo de estar vigilantes de nuestra democracia.
Opinión de Gerardo Ledezma
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