La Casa Blanca y la Patrulla Fronteriza han generado controversia al compartir videos que muestran deportaciones de migrantes a El Salvador, acompañados de mensajes como «No puedes quedarte aquí». Estos contenidos han sido ampliamente criticados por su tono insensible y por simplificar la complejidad y la tragedia de las deportaciones, algo que muchos consideran una trivialización de la difícil situación que enfrentan los migrantes.
Los videos, que utilizan música y un enfoque en tono humorístico, han sido vistos como una estrategia para promover la auto-deportación, al tratar de presentar la expulsión como un acto de «cerrar las puertas» de manera definitiva. Esta práctica ha sido cuestionada por organizaciones de derechos humanos y grupos migrantes, quienes aseguran que las imágenes no reflejan la dureza de los procesos de deportación y las consecuencias de ser obligado a regresar a condiciones de inseguridad en sus países de origen.
Por su parte, la administración de Donald Trump defendió las acciones de la Patrulla Fronteriza, argumentando que las deportaciones fueron realizadas en cumplimiento de planes previos, aunque un fallo judicial reciente suspendía temporalmente las deportaciones. A pesar de ello, los vuelos de deportación a El Salvador continuaron, llevando a centenares de migrantes, incluidos miembros de la pandilla MS-13, lo que ha suscitado más críticas.
A esta situación se suma el hecho de que, según la Casa Blanca, los vuelos ya estaban programados antes de la orden judicial, lo que llevó a algunos a señalar que se trató de una violación de las directrices legales. Estos eventos siguen acentuando la polarización y el debate sobre la política migratoria de Estados Unidos.
La controversia sobre estos videos subraya la creciente tensión en torno a la política de inmigración en Estados Unidos, donde el uso de contenido en redes sociales y medios digitales parece ser una herramienta clave para la administración para avanzar en su agenda migratoria.
