Costa Rica conmemora hoy 77 años desde la histórica abolición de su ejército, una de las determinaciones más audaces y visionarias de nuestra vida republicana.
Aquel acto no se limitó a un símbolo político; representó una apuesta firme por construir un país basado en la educación, la salud, la paz social y el fortalecimiento democrático.
La eliminación de las fuerzas armadas permitió que los recursos destinados tradicionalmente a armamento y estructura militar se orientaran hacia el desarrollo humano. Gracias a ello, Costa Rica vio nacer y consolidarse escuelas, universidades, hospitales, carreteras, instituciones públicas sólidas y oportunidades que han beneficiado a generaciones completas. Esa inversión en la gente es, hasta hoy, la mayor garantía de seguridad nacional.
En este aniversario es necesario reconocer y valorar el liderazgo de José Figueres Ferrer, quien al frente de la Junta Fundadora de la Segunda República tomó en 1948 la trascendental decisión de suprimir el ejército.
Su visión —centrada en la paz, la educación y la justicia social como pilares del nuevo modelo de país— marcó de manera definitiva el rumbo de la Costa Rica moderna. Ese gesto, arriesgado para su época y profundamente humanista, continúa siendo un referente que ilumina nuestra identidad democrática.
Este aniversario llega en un momento en el que el país enfrenta nuevas presiones, discursos autoritarios y tendencias populistas.
Recordar la abolición del ejército es recordar que la democracia, el Estado social de derecho y la convivencia pacífica no son conquistas permanentes: requieren defensa activa, compromiso y vigilancia cotidiana.
Volver la mirada a 1948 es reafirmar qué tipo de país queremos seguir construyendo: uno que prioriza la educación por encima de la violencia, el diálogo sobre la confrontación, la justicia social en lugar de la exclusión, y que apuesta por tender puentes en vez de destruirlos.
Que este 77 aniversario nos motive a resguardar con firmeza los valores que han guiado nuestra historia y a impedir que retrocesos autoritarios comprometan el legado construido con esfuerzo por tantas generaciones.
Costa Rica es grande porque eligió la paz.
Preservarla es un deber de todos.

