El Ejército israelí ejecutó este lunes una serie de ataques en la Franja de Gaza que dejaron más de 70 palestinos muertos, según autoridades locales. Al menos 23 de las víctimas eran desplazados que esperaban recibir alimentos en un punto de distribución.
La ofensiva ocurre en medio de una crisis humanitaria creciente. Datos sanitarios en Gaza indican que 147 personas —incluidos 88 niños— han fallecido por hambre, 14 de ellas en las últimas 24 horas.
Desde Escocia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció la existencia de “auténtica hambre” en el territorio, contradiciendo al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien había negado la situación. Trump declaró que “esas niñas y niños lucen muy hambrientos” y urgió a Israel a permitir la entrada de “cada onza de comida”.
El mandatario estadounidense anunció la instalación de centros de distribución de alimentos sin restricciones en Gaza, medida que se coordinará con países europeos. La iniciativa responde a presiones internacionales y a críticas contra el actual modelo de asistencia, que ha derivado en enfrentamientos y nuevas víctimas entre quienes buscan sobrevivir.
La ONU y organizaciones humanitarias insisten en que la Franja enfrenta un riesgo inminente de hambruna generalizada, con más de 1,000 palestinos muertos en los últimos meses mientras intentaban obtener comida.
